Veloz el viento que zumba en mis oídos,
nunca le vi venir entre las sombras.
¡Cuán fútil y vano fue mi esfuerzo, cuán perdido!
¡Cuantas batallas caídas y deshonras!
Aún veo hacia adelante y me pregunto,
¿Por qué he de volver a este camino?
Aún reviso los motivos y no encuentro
la razón por la que nos unió el destino.
Yo quisiera que esto acabara, que polvo fuera,
pero de voluntades no se transforma el mundo.
Y a pesar de las veces que yo huyera,
con el océano mi corazón inundo.
Si sólo encontrara la pieza que allí falta,
lo que el alma inquieta ahora quiere.
Si encontrara en algún lugar la calma,
mas el tiempo ya no se detiene.
Sufrimiento va, sufrimiento viene,
tú me anuncias milagrosa, la receta.
Pero hace mucho naufragó esa idea,
ante una promesa caduca y obsoleta.
Se me parte el ser en mil pedazos,
porque anhelante su descanso busca.
Si encontrara la llave de esa puerta,
tal vez el futuro ya no asusta.
¡Qué diera por estar tan lejos!
¡Qué diera por estar tan cerca!
¡Qué diera por volver al inicio
y dejar esta carrera incierta!
No le vi venir entre las sombras,
Cuando mi corazón pudo haber huido,
mas muy dentro el viento aún pregona,
diciendo que no todo está perdido.
Lw
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