Cuando la sangre se diluye en grises difuminando la luz entre esquinas se desconcha el sol campan las cenizas en el aire. Ya desfilan las orugas ascienden por los hilos de lluvia atemporal los murciélagos preparan sus atillos recuerdos de ángeles negros en flor.
Texto agregado el 14-07-2004, y leído por 138 visitantes. (1 voto)