Te quiero Andrés Manuel,
fue lo último que escucho mi mascota
dando su última estiradita.
Y mis lágrimas cayeron sobre él,
y el dolor invadió todo mi ser
tomando su patita.
A los pocos meses me recupere,
pobre Andrés Manuel
ya no maullaras por las azoteas,
pero lo que me alegra,
es que por las noches
se escuchan Maulliditos
pues lloran varios gatitos
extrañando a Andrés Manuel.
Autor: Gladys Galicia Cordova
Texto agregado el 22-03-2011, y leído por 144
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