Qué mal que me quisiste pero no me quieras
Qué mal que me tendiste una trampa y cayera y me pusieras el pie encima
Qué mal, qué mal, qué mal que repites y no inventas
Dejé la lápida descubierta y se escapó mi alma muerta
La puerta de mi casa se cerró de golpe
Y qué mal que no haya un sitio dónde irse a morir cuando la vida vagabundea tan añeja a todo…
un burro ha subrayado su frase importante en mi jardín…
pero yo soy mansa, mansa como la hierba…
Texto agregado el 20-03-2011, y leído por 142
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