Esta misma semana, cuando las autoridades del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en complicidad con sus aliados de la OTAN, Francia, España, Gran Bretaña, Italia y Canadá, deciden ir militarmente tras el pueblo Libio y su petróleo, esta actitud no nos debería extrañar a pesar de su extrema crueldad. Lo que estaba pasando allí en el Norte del Africa, frente al Mar Mediterráneo era una alta conflictividad social que debía ser resuelta por el propio pueblo LIBIO, siendo una especie de Guerra Civil entre factores que están de acuerdo a su cultura sintonizados con el gobierno de Qaddafi, y un sector muy importante de la población que está en desacuerdo y contraria políticamente. (Analistas Internacionales ya anticipaban esta posibilidad, era algo que se veía venir con mucha fuerza, un tsunami militar.)

Hasta aquí es un complejo problema interno que tiene que resolverse de otra forma, por intermedio de la diplomacia internacional, por mediación de los paises amigos o contrapuestos, pero nunca por la violencia de la Armas, por la vía de la invasión u ocupación mlitar. Siempre las víctimas van a ser CIVILES, indefensos e inocentes ante una matanza de proporciones incalculables. Se puede estar en defensa de la gestión del Gobernante Libio, o en su rechazo total, compartir o adversar ideas políticas sobre la manera de gobernar esa cultura africana, ya esto es otra conversación ideológica que le compete sólo a la cultura política de ese pueblo milenario.

¿No era más sensato irse por la vía de la Diplomacia Internacional, como a pesar de la opinión de muchos adversarios a nivel mundial, el Presidente Venezolano y Bolivariano Hugo Chávez propuso con rapidez ante el mundo, junto con otros lideres de la región latinoamericana? El mismo Comandante Fidel Castro ya venía desde hace varias semanas y meses advirtiendo en su debate de ideas sobre esta contundente amenaza. El ingrediente de peso siempre ha sido el control de los recursos y las reservas petroleras.

A principios del siglo XX cuando el dominio turco disminuyó, los italianos invadieron y se anexaron Libia sin contemplaciones, después del fin de la Segunda Guerra Mundial los británicos y franceses se pasearon imperialmente por esa cultura hasta que por fin con el apoyo de la ONU Libia se independizó con una monarquía liderizada por el Rey Idriss.
En el año 1969 el por entonces Capitán Muammar Al–Quaddafi derrocó al Rey… ¿Quién era este señor?... hijo de un granjero beduino, graduado en la universidad, militar, musulmán practicante nacionalista con ideas socialistas y anticomunista convencido.

A principio de los años 70 Qaddafi clausuró las bases militares estadounidenses e inglesas y expulsó a judíos e italianos. Prohibío las apuestas y el alcohol. Nacionalizó los bienes de la British Petroleum y consiguió precios más altos para el petróleo. Más adelante apoyó la formación de la OPEP y terminó por nacionalizar toda la industria energética de ese sector. Alcanzó un repunte importante en la posición del aumento de los precios a nivel internacional y el control de la producción. Su alianza con los rusos lo convertirían en una figura no muy popular ante el poder totalitario de las grandes potencias occidentales.

A partir de allí empezó a apoyar a los musulmanes en Medio Oriente, Africa y Asia. Expresó su animadversión contra el sionismo y el despojo creciente y despiadado a los palestinos. Así como la presencia e injerencia europea en Africa, el apoyo vergonzoso de los EE. UU hacia Israel alterando el equilibrio geopolítico de la región.
Esta situación de pugnacidad llevó a los medios de comunicación occidentales unidos al poder político imperial y sus grupos de espionaje e inteligencia a montar una campaña en su contra y acusarlo de Terrorista Radical. De allí una contínua asociación con las Brigadas Rojas en Italia, el grupo Baader Menhof en Alemania, el IRA en Irlanda, el Ejército Rojo en Japón, el Antiapartheid en Suráfrica. Ha sido acusado de desestabilizar políticamente gobiernos africanos y de actuar en el asesinato de Anwar Sadat, secuestros, explosiones, voladuras de estructuras.
En los años 1980 un avión italiano que volaba sobre el Mar Mediterráneo fue derribado por un misil, curiosamente en un avión libio cercano estaba Qaddafi, el misil pertenecía a la OTAN, las potencias eludieron la responsabilidad en este caso y se archivó. Posteriormente el gobierno de Ronald Reagan empezó a desacreditar una vez más al lider libio, quién a nivel internacional criticaba abiertamente la política de los norteamericanos hacia el mundo árabe.

En esta oportunidad desde USA se incremetaron los trabajos encubiertos para desestabilizar al gobierno libio. El gasto militar estadounidense fue elevado una vez más por conveniencia – demasiado dinero expresado en billones de dólares – la tentación financiera de las grandes ganancias de la industria militar (Crear guerras, vender armas matando gente y ganar más.)
Ecuación simple del CAPITAL - ¿Alguien lo duda?
En los años 80, un períodico americano, Newsweek, develó un plan de la CIA para derrocar al gobernante Qaddafi: Guerra psicológica, desinformación en medios, operaciones comando para crear un infierno en la sociedad libia.
Los norteamericanos que ya venían realizando ejercicios militares navales desde finales delos años 70 en las cercanías de las costas libias, termnaron el cerco a mediados de 1981, la Sexta Flota de los EE.UU con sus aviones de combate derribaron dos (2) aviones de reconocimiento de la fuerza aérea libia.

Invocaron su derecho al uso de aguas internacionales. El juego mediático se agudizó y los norteamericanos empezaron a correr la bola de que el Terrorismo Libio había logrado entrar a USA para asesinar al Presidente Reagan. El tiempo demostró en el mismo pueblo norteamericano a raíz de una investigación a fondo de la Secretaría de Estado que todo había sido un montaje de la CIA.

Durante toda la década de los 80, el poderío militar estadounidense siguío provocando a los libios en su espacio aéreo: Aviones AWAC de reconocimiento en conjunto con Egipto y Sudán en 1983. En alianza con Francia en 1985 quisieron asesinar y derrocar al gobernante. Con un equipo mercenario de Egipto, el Consejo Nacional de Seguridad en 1985 concibió un Plan de Invasión que luego fue abortado por el Departamento de Estado. En 1986 aviones de la Sexta Flota una vez más violaron el espacio aéreo y el territorio, continuando con una persistente agresión. Los días siguientes atacaron y mataron a más de 50 personas de la defensa antiaérea.

Los atentados terroristas en el Aeropuero de Roma y Viena, donde murieron 20 personas, nunca fueron aclarados a nivel de la investigación. Sin embargo ese acto se le achacó a Qaddafi, a pesar de la debilidad de las pistas. Los mismos británicos, en la guerra sucia del espionaje, declararon durante los años 86 que los análisis de los EE.UU. sobre Libia eran tremendamente imprecisos, y se los habían dado a los británicos en un esfuerzo deliberado para engañar.
La naturaleza encubierta de los actos terroristas permite de manera impune que él o los verdaderos perpetradores y culpables nieguen su participación, y el drama es que todos al final son sospechosos.

Esta es la verdadera guerra de terror psicológico en la mayoría de las operaciones militares encubiertas y secretas, así está el mundo actual. Esto no ha cambiado para nada en los últimos años, lo contrario, es un problema exponencial asociado con la dominación: La tecnología de las comunicaciones militares y el trabajo de los grandes medios, los que están vendidos al poder descarado del mal, al servicio de la Muerte y de la Destrucción.

En las campañas de desinformación estadounidense Qaddafi siempre ha sido el sospechoso nro. 1 de Terrorismo Internacional… habría qué preguntarse hasta qué punto el mismo pueblo norteamericano no ha sido desinformado y engañado respecto a esto.
¿Cuántas supuestas pruebas no han sacado los gobernantes gringos a nivel internacional en nombre de la DEMOCRACIA y la LIBERTAD para despretisgiar a sus adversarios en el juego macabro de la política, en forma de un infernal Ajedrez de sangre?

El 15 de Abril de 1986, aviones estadounidenses bombardearon milimétricamente la casa de Muammar Qaddafi asesinando a su hija de dos o tres años, igual lo hicieron con otros lugares y mezquitas en Trípoli y Benghazi y los cuarteles de Al-Azizzia. Entre 40 y 100 personas, en su mayoría civiles fueron eliminados. Washington llamó a esta operación un golpe quirúrgico en retaliación con una bomba que días atrás había explotado en una discoteca en Berlín en donde murieron unos soldados norteamericanos. No se demostró la autoría libia en estos actos terroristas por parte de las autoridades de investigación alemanes.

A finales del año 1988, el vuelo103 de PanAM explotó sobre Escocia: Un total de 270 personas desaparecieron de la faz del planeta. El 50% de los pasajeros eran norteamericanos. Las investigaciones acusaban a los palestinos y a finales de los 90 afirmaron que las evidencias apuntaban de nuevo a Qaddafi. Un año antes cerca de la costa de Libia otros dos (2) aviones habían sido derribados por Aviones estadounidenses.
Finalmente en el 91 dos libios, fueron acusados de transferir al vuelo 103 una maleta sin pasajero acompañante con unos explosivos: Abdel Basset y Al Amin. El noticiero de la NBC había reportado que la DEA venía utilizando los vuelos de la PanAm en operaciones encubiertas para el tráfico de drogas. Con el consentimiento de autoridades alemanas se pasaban maletas con heroína. El FBI le informó a la CBS que habían identificado a un libanés-estadounidense de 21 años, Khalid Jaafar que sin saberlo había subido la bomba a bordo del vuelo 103. Estos envíos controlados de droga fueron admitidos por el propio Congreso de los EE.UU.

Toda una película de Hollywood: Una investigación privada demostró en Nueva York que el Aeropuerto de Frankfurt era un centro de operaciones en contrabando de armas y drogas: ¡Sorpresas! Oliver North, el famoso personaje gringo que apoyó la guerra en Centromérica contra los sandinistas utilizaba esta vía para traer armas. En dicho aeropuerto una vez que el equipaje de todos los pasajeros pasaba las normas de seguridad, un cómplice reemplazaba los equipajes por otros idénticos con el contrabando convenido.

Cuando la CIA descubre la operación, en complicidad con las autoridades alemanas, dejaron que continuaran estas actividades para utilizar esta red de contactos que los ayudaría a liberar rehenes o prisioneros estadounidenses retenidos en el Líbano.
Lester Coleman, escritor y presentador de un programa radial, conocía a Khalid Jaffar, y contó esta historia con declaración jurada, ante el gobierno de los EE.UU. Lógicamente las agencias gubernamentales USA lo apresaron posteriormente con cargos falsos para bajar su credibilidad.
En 1998, Libia aceptó entregar a los sospechosos, en el 2001 Abdel Basset fue condenado a cadena perpetua, al otro lo declararon inocente. En el 2003 Muammar Qaddafi aceptó a nivel internacional la responsabilidad de los hechos ocurridos 5 años atrás y aceptó pagar a los familiares de las víctimas una indemnización.

Los últimos 8 años de esta historia son más conocidos, están frescos en todas las noticias del mundo. Todavía quedan por allí infinidad de fotos donde aparecen connotados líderes políticos del mundo actual abrazándose con el hasta hoy defenestrado Qaddafi. ¿Qué debe y tiene que dejar el poder después de casi 42 años? …
Ese argumento político lo decide internamente y lo debe resolver el pueblo LIBIO. Es su cultura y su autodeterminación.

ESTADOS UNIDOS
Intervenciones del poder imperial en 40 países del mundo. GUENTHER W.ROPPEL – Ediciones Aurora 2005.
(Síntesis del libro.)