Sin cesar pregunto
adonde están/ donde
nuestros besos
los de anoche.
Tienen un tiempo
que breves/sucintos
los que nos dimos
orientados hacia
nuestros latidos
casi desbocados
en nuestros cuerpos
por la noche.
Territorio nuestro
sagrado y acotado
en horas deseadas
cuando escondimos
las amarguras
hasta que se perdieron.
Texto agregado el 19-03-2011, y leído por 195
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