(Del ciclo de biografías no autorizadas sobre la vida de las celebridades después de sus 15 minutos de fama)
Conocido como el Conejo de la Suerte, protagonizó entre 1965 y 1974 un exitosos ciclo de dibujos animados de la Warner Brothers.
A principios de la década del ’70, su popularidad entró en decadencia, luego del escándalo que se generara en torno del romance que el conejo sostuvo con Anne Nicolle Smith, una famosa conejita de Play Boy. A consecuencia de dicho escándalo, los productores decidieron levantar la serie, y Bugs, que por aquel entonces figuraba como el conejo más rico del mundo en el ranking de la revista Rabbit Forbess, cayó en un profundo estado depresivo que procuró ahogar en el alcohol, mal que se agravó luego que el matrimonio con la Smith diera como fruto el primogénito del conejo de la suerte, que resultó ser un patito negro, apadrinado por el pato Lucas a sugerencia de la ex conejita de Play Boy.
Hacia 1978 Bugs se divorció con un resonado juicio por infidelidad, que alcanzó su punto culminante cuando el Conejo de la Suerte denunció que los estudios de ADN sobre la tinta con que estaba pintado su hijo habían sido fraguados por los laboratorios ACME.
El fallo de la corte fue terminante. La fortuna de Bugs Bunny pasó a manos de Anna Nicolle Smith, quien posteriormente mantuvo un largo romance con el juez.
Desesperado por su angustiante situación económica, Bugs Bunny intentó regresar a la pantalla chica, pero su espacio había sido ocupado por Tom & Jerry, lo que obligó al conejo a salir de gira en el circo de Elmer Gruñón, trabajando de Conejo Bala, una profesión que siempre estuvo sospechada de prostitución.
En 1992 dejó el circo por desavenencias con Elmer, que lo dejó varado en Sudamérica, donde trabajó durante varios años fabricando pinceles con sus propios pelos para la empresa de dibujos animados de García Ferré. Con los pelos de Bugs Bunny fueron filmados los largometrajes “Trapito”, y “Manuelita”, entre otros.
Rescatado de la desgracia por Michel Jordan, filmó Space Jam, película que lo animó a probar suerte en la NBA, de donde fue desplazado por el famoso agente secreto argentino Pepe Sánchez.
Tras esa experiencia, y a manera de venganza contra Pepe Sánchez, en 1999 Bugs Bunny emigró a la Argentina, donde consiguió regresar a la pantalla chica en una serie de cortos publicitarios, interpretando al abuelo de “La Llama que llama”.
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