Sangre esparcida por todo el cuarto, en sus paredes mensajes escritos con esta, al parecer mi amiga había tenido una de sus crisis nuevamente, pero esta había sido la más fuerte la que por fin pudo acabar con ella...
¿Cómo no me di cuenta de esta situación? ¿por qué fui tan tonta? ¿por qué nunca pude ayudarla?
Cuando muchos de nosotros dormíamos, en nuestras camas sin saber nada del mundo, ella, Maritza estaba despierta, pensando en sus problemas, en como las personas que más quería la habían traicionado, mentido y humillado, se sentía tan mal, tan confundida y angustiada, por su cabeza pasaban miles de cosas, miles de imágenes que la perturbaban, que la hacían perder el control, botaba sus cosas, las hacía mil pedazos, pero nadie se daba cuenta, todos dormían profundamente, era como si solo existiera ella, gritaba, lloraba pero nadie la sentía, estaba peor que nunca nada le parecía bien, todo lo que pensaba era negativo, hasta el color de las flores lo encontra horrible, nada era bueno para su mente trastornada.
Ya más tranquila sentada en la orilla de la cama lo único que hacía era llorar y recordar todo lo malo que le había sucedido, era como si los buenos momentos se hubieran borrado, para ella era todo maldad y odio, a veces quería salir corriendo y matar a todo el que se atravesara a su paso, pero no lo hacia, sabía que no valía la pena, se quedaba en su cama llorando, como cuando era niña...
En un segundo se levanto de su cama, se dirigió a la ventana y estuvo contemplando la noches, las estrellas, la luna, pensando como salir de ese hoyo en el cual se encontraba, por más que trataba no podía seguía sumergida en los mismos pensamientos. Ya casi al amanecer tomo la decisión más drástica que hubiese tomado en toda su vida, con un cuchillo corto sus muñecas delicadamente y con su tibia sangre escribió en la pared: “Sé que no me entenderán, pero, solo quiero que me perdonen”, escribió muchas cosas más, pero eso era lo más importante para ella que la perdonásemos, después de haberse cortado las muñecas y haber escrito con su sangre, se dirigió a buscar una cuerda, se la amarró al cuello y se ahorco, se quito su vida, una vida que ella consideraba maldita, al fin pudo terminar con lo poco que tenía de vida , su agonía había desaparecido, por fin podía ser libre....
En la mañana cuando me dirigí a su cuarto, como siempre, para darle su desayuno y vestirla, me di cuenta de lo que había echo, me largué a llorar hasta que le vi su cara con mayor claridad, estaba ahí colgada con una pequeña sonrisa en su rostro, sentí algo de alivio, por lo menos sé que se fue feliz, dejando en este mundo toda su pena, su tristeza, todo lo malo que ocurría en su interior....
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