Sabíamos, mi cometa y yo
la inexistencia de un viaje mas transparente...
estábamos de acuerdo en lo fugaz del viento
y comprendíamos la ausencia de un sueño.
Desde el origen de nuestra complicidad
en miradas compartidas con melodía natural
atisbamos el espacio vacío donde posar la idea,
para reafirmar la esencia del recuerdo.
He descuidado el horario,
no recuerdo a que hora parte el viaje,
tampoco el destino, el horizonte,
es quizá por que en sueños
los colores de mi cometa
me recuerdan que no espero un tren.
Texto agregado el 14-03-2011, y leído por 920
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