Al fondo de todo eso había una majestuosa cascada que era el colofón perfecto para el lugar. En el sitio claro, estaban más de aquellos mágicos personajes, llevando unas esferas cristalinas en las manos. Ah se me pasaba un detalle; la luz era espectacular, aunque no pude averiguar de dónde provenía, era más radiante que la luz del sol, que equivocado estaba yo al pensar que los duendes o cualquier cosa que ellos fueran vivían en la oscuridad.

Me quede paralizado. Sentí que mi pequeño recién conocido tiraba de mí y decía:

-Ven Sigamos el camino-

Caminamos rumbo al valle, a un costado de la cascada había una entrada, nos dirigimos ahí, mi compañero caminaba deprisa y yo atento. Quería obtener toda la información visual que me fuese posible captar, aunque estaba disfrutando del ambiente cálido, acogedor y cómodo que se percibía en el lugar.

Llegamos a la entrada y mi acompañante que finalmente supe que se llamaba: Swiyld, me indicó que pasara. Era una gruta muy parecida a la que me había traído hasta ahí. Me dijo:

-Vamos a conocer a Bouly, él es el mago más sabio de nosotros.

-¿Mago? -Pregunte yo.

-Sí, Mago, pero nosotros no usamos el término mago al igual que ustedes: por realizar trucos espectaculares que son trucos para los ojos. Aquí ese nombre se les da a quienes han adquirido la sabiduría a través del tiempo.

Me condujo hasta él, llegamos al fondo del valle repleto de pequeños detalles bellos que ya describí, entramos a un túnel muy parecido al primero, era un espacio cubierto por el musgo, y al fondo algo que parecía un trono de roca, aunque natural muy majestuoso, ya que el mismo entorno le daba un toque especial.

Bouly nos recibió con una amplia sonrisa;

¡Bienvenidos! –Dijo- los esperaba con impaciencia, disculpa que te trajéramos aquí sin consultarte pero la situación lo amerita, ven te vamos a mostrar algo.

Me tomó de la mano y me llevó hasta la pared ahí con la palma de su mano abrió una puerta secreta, que estaba incrustada en la misma, detrás de ahí estaba una fábrica, pero no común: era algo que ellos habían fabricado ahí, en su pequeño mundo era una gran esfera subterránea con muchos pisos, estos se interconectaban entre sí haciendo una especie de caracol que daba la impresión de ser interminable muchos hombrecillos iban y venían, unos con una variedad de carretillas, otros solamente con objetos esféricos brillantes en sus manos, algunos más los extraían, de lo que aprecia una gran caldera, otros solo las observaban y algunos por allá hablaban al mirar estas esferas.

Caminamos por uno de los niveles de aquel lugar y fuimos justo a la caldera donde estaban saliendo las esferas. Ahí con amabilidad, Bouly solicitó al encargado de tomar las esferas que le diera una de esas, aquel la toma en sus manos, era como una canica del tamaño de un balón pero más brillante, con un color que parecía vivo. La tomo entre sus manos y la puso en medio de los dos y me dijo: ¡Piensa en un momento feliz de tu vida! Apretó la enorme esfera, esta exploto y dejo salir un aroma delicioso: la combinación de los perfumes naturales de todas las flores del mundo, (es lo más parecido a lo que se me ocurre comparar) Tuve la sensación de estar siendo transportado por aire, volando entre algodones y con música de la naturaleza: feliz, tranquilo y comencé a reír sin parar, era un frenesí que no quería controlar después de algún tiempo volví a mi normalidad. Ahí estaba Bouly con esa enorme sonrisa y me preguntó:

- ¿Qué tal eh, sorprendido? Solo le devolví la sonrisa.

-Lo que te acabo de regalar es un instante de felicidad pura, las esferas que has visto en este lugar la contienen, nosotros nos dedicamos a cuidarlas y cosecharlas, para que nazcan y se desarrollen se requiere de energía positiva, que dan las sonrisas, la felicidad, la alegría, el optimismo y lo más importante: los sueños. Todos los buenos sentimientos y pensamientos que ustedes generan y producen en su mundo son la energía para producir las esferas, el problema que te queremos comunicar es que últimamente allá afuera solo se están produciendo sentimientos, pensamientos y actitudes que están acabando con las esferas de felicidad. Ustedes cada vez más se han empeñado en concebir: tristeza, ira, desconsuelo, odio, rencor, envidia negatividad. Que están produciendo esferas de tristeza, como esta: me mostró una esfera más pequeña que la anterior, pero estaba opaca y se veía como si estuviera llena de aire sucio, al apenas tomarla se reventó y al inhalarla percibí un olor a rancio y podrido que me hizo sentir triste apesadumbrado, con ganas de llorar, con coraje y desaliento.

-Bouly, me dijo: -¿Lo ves?- últimamente han estado surgiendo más esferas de estas que de felicidad y en mi mundo que era perfecto, se ha comenzado a infiltrar de estos sentimientos. Muchos de nosotros hemos comenzado a sentir tristeza, miedo y coraje, emociones que nos eran ajenas, y ello es debido a que ustedes afuera se están relegando el sonreír y ser felices, que es la naturaleza humana y se empeñan en preocuparse hasta por los asuntos más insignificantes. Están dejando de lado el detenerse y observar toda la magnificencia y belleza de la vida y la naturaleza, se olvidan de valorarse como compañeros de especie y también de respetar y disfrutar lo que los rodea, a la perfección y coordinación del universo, están tratando de manipular los eventos naturales y lo único que logran es destruir, están preocupados por acumular cosas y se pierden cada instante maravilloso de la existencia y eso está haciendo que a nuestro mundo llegue su contaminación.

-Toda la conexión y belleza que has visto de nuestro mundo es el resultado de todas las buenas actitudes que ustedes tenían, ello permitía que nuestro musgo fuera verde e intenso, que los colores en nuestro mundo fueran más vivos, que nuestra sonrisa fuese más expresiva, nuestra vida fuera más alegre, pero últimamente hay números sentimientos y pensamientos negativos, que son imposible sintetizar mas esferas de la felicidad y mantener el equilibrio en nuestro mundo, no podemos por más que nos esforcemos sacar lo bueno y formar mas sustancia básica de felicidad.

Su negatividad nos está ganado y está produce esferas de tristeza y así nuestro mundo está destinado a desaparecer, a ti te hemos elegido por que tú eres el único del exterior cercano, que aun sueñas. Que aun utilizas la fantasía, que disfrutas la risa, y que no estás contaminado por la tristeza, la ambición y el coraje, por ello tu misión será tratar de hacer del mundo de afuera un mundo mejor, donde haya: felicidad, risas, alegría, sueños, ilusiones, para que nuestro mundo y el tuyo que son uno mismo y que están interconectados sean mundos mejores.

Salimos de aquel lugar y volvimos al majestuoso valle, esta vez nos dirigimos en otra dirección, fuimos a lo que parecía era la casa de Bouly: era una cabaña pequeña realizada con material natural, las ventanas eran apenas dos orificios y el resto bien podría describirse como una choza, rústica pero hermosa, me invitó a pasar:

-Hay algunas cosas que me gustaría mostrarte –dijo- primero el hecho de que yo sea el líder de este mundo esto implica gran responsabilidad, pero también un privilegio y lo importante, es que todos los habitantes de este lugar tienen la capacidad para llegar a ocupar mi lugar, solo es cuestión de que se lo propongan y lo lograran y aunque no haya muchos lugares para ser el wyky (mago, jefe o líder) el hecho de haber logrado un desarrollo completo los sitúa como entes sabios, y ello es lo que buscamos todos, más allá de los reconocimientos o nombramientos, tú debes buscar tu mejora sin esperar reconocimiento, por el mero placer de llenarte y evolucionar como persona.

-Hay cosas que tú debes aprender –prosiguió- para que lo transmitas de la mejor manera posible al exterior y él círculo este terminado, lo más grandioso: son los momentos felices que se te pueden obsequiar a través de las esferas como lo hicimos en la refinería de los momentos felices. Lo primero que vamos a hacer es mostrarte todas las cosas buenas que puedes tener y que eres capaz de obtener en la vida. Aquí lo haremos con la ayuda de un poco de polvos de sabiduría.

Una vez que regreses a tu vida normal tendrás que aprender a recurrir a ellos con tus recursos.

Dicho lo anterior dio un aplauso y entre sus manos se extendió una pequeña nube de polvo, “plafp” enseguida me dijo, -trata de recordar algún momento triste de tu vida- me esforzaba por recordar algo desagradable, en verdad buscaba y era imposible, cada vez que lo intentaba lo único que aparecía en mi mente era un pastel de cumpleaños: mi mama, mis hermanos y abuelos sentados a mi alrededor. Con formidables sonrisas y las velitas encendidas listas para ser apagadas, un par de regalos con la envoltura brillante, un recuerdo hermoso y nostálgico.

Intenté recordar otro momento poco grato lo único que logre fue ver mis regalos un día después de Navidad al pie de mi cama y cuando lo volví a intentar vi la imagen de frente a mi casa: aquella enorme y verde llanura que me sumía en pensamientos optimistas de un futuro promisorio, llenó de aventuras y cosas nuevas, y termine por rendirme.

-No, no, logro recordar momentos desagradables de mi vida cada que lo intento solo recuerdo cosas bellas y encantadoras, ¿qué me sucede? –pregunte- una risa sonora fue la respuesta de Bouly: esta es tu primera lección, por más que parezca que la vida te ha arrastrado hasta él limite de tus fuerzas, aférrate a las cosas bellas, que brillan más y tienen más peso, es como el arena en un río con pepitas de oro; la arena es la vida, las piedras los momentos malos pero, cuando encuentras una pepita eso lo vale todo, aunque el ejemplo es prosaico y más adelante hablaremos del materialismo a fondo es un buen ejemplo y lo que cuenta es el mensaje, en tu vida encontraras reveses pero solo son situaciones que te permiten mostrar tus habilidades, un obstáculo debe ser asumido con gusto porque te brinda la oportunidad de demostrar que tienes en ti todos los recursos para salir de cualquier situación o de sacarle el mayor provecho para continuar creciendo hacia tu objetivo.

En adelante no tendrás los polvos de la sabiduría para ayudarte, tendrás que recurrir a tu alma y a tu corazón para ver los momentos gratos.

-Ahora viene lo más difícil, si te elegimos para pasar el mensaje es porque estamos seguros que eres capaz de realizar esta tarea, eso se llama confianza, y tu debes de tenerte absoluta y plena confianza, te ayudare un poco a que la asumas.

Dicho esto volvió a aplaudir y unos polvos más brillantes y densos volaron sobre mi rostro “plafp” no temas, confía...

Fue lo último que alcance a escuchar, de pronto me sentí volando por encima del valle, la sensación era extraordinaria, como cuando volaba en mis sueños, incluso podía dirigir mi vuelo... sensacional, algunos giros hacia la derecha, otras más a la izquierda, hacia abajo -¡yuuuuju!- hacia arriba, -que increíble- el paisaje y la experiencia se unían para integrar algo fabuloso. Me di gusto persiguiendo algunas aves, atravesando unas nubes, lo disfrute al máximo.

De pronto ya no pude dirigir mi vuelo y entonces algo me arrastró hacia algún sitio arriba, más arriba y de pronto toda aquella luz se desvaneció y me vi volando en un túnel oscuro y mi vuelo disminuyó de pronto ese clima tan grato que les describí se convirtió en caluroso, el olor, guaca, rancio, azufre no lo sé, era espantoso, como algo viejo y húmedo guardado por mucho tiempo, de pronto ya no volé y caí de pie, el piso era pegajoso, fangoso, no alcanzaba a ver a la pared, solo sentía el contacto pegajoso en mis pies, y de pronto silencio, quieto, nada... Solo silencio y después... Pasos, grandes pasos que estremecían el lugar. Me quede quieto, espere... con miedo, angustia, sentía como cuando en mis pesadillas quería despertar, por más que abría los ojos no podía mirar nada, solo pasos, esos enormes y gigantes pasos cada vez más cerca.

Al principio solo temblaban pero ahora estaban haciendo que mis piernas titiritaran, un segundo, dos, tres, muchos... Sentí que el tiempo se detuvo: horas, pero solo fueron instantes, casi me hacían caer esos enormes pasos... Frente a mí una enorme masa negra apenas visible, un enorme sapo, (al menos eso parecía), con unos grandes ojos aun mas en proporción de los sapos comunes y su horrendo hocico se habría y estaba hablándome;

¡Qué bien que llegas! Estoy hambriento pensé que esos enanos no me mandarían nada para merendar
rió malévolo, (su horrible risa) en ese momento me invadió el pánico, sería posible que mis amigos me traicionaran y me enviaran de postre, de aquel horrible ser. Cuando tuve ese momento de duda el sapo se hizo aun mas grande, mis pierna ya no respondían. Abrió sus enormes fauces y se dispuso a tragarme... Justo en ese momento me pareció escuchar la voz de Bouly, ¡no temas! ¡Cuando encuentres la adversidad siempre piensa en algo lindo!

Hice un esfuerzo por recordar algo grato y en ese momento recordé; los cuidados, la paciencia y el cariño con que me cuidaba mi abuelita en la convalecencia de alguna enfermedad, y cuando con todas mis fuerzas atraje a mi mente ese pensamiento, el enorme animal pareció encoger de tamaño, ya no se veía tan feroz, sin embargo seguía teniendo esa horrenda voz y ese aspecto de que en cualquier momento me tragaría, busque en mi arsenal de buenos recuerdos, pero no llegaba ninguno, hasta que...

Apareció uno pequeño, de cómo jugaba con mi perro “Chiquilín”, el enorme monstruo se hizo más pequeño, confiado me distraje y en mi esfuerzo por encontrar otro momento agradable en mi vida, llegó el de recuerdo de un día una lluvia torrencial y el pánico me invadió, entonces el animal volvió a crecer y a caminar feroz hacia mí, comprendí que tenía que modificar mis pensamientos y enfocarme en pensar solo cosas positivas y entonces, invoque uno de tantos momentos felices en aquel pequeño paraíso natural en el que vivía, recordé un beso y una caricia de mi abuelita, recordé, los bellos tiernos e inmensos ojos azules de mi madre.

También atraje, los juegos con mis hermanos, ahora ausentes, sus risas, sus carreras, sus rostros, la hermosa fraternidad natural que nos unía como pequeños humanos, que teníamos el gozo de pertenecer a la familia, recordé las manos de mi abuelo, haciéndome un pequeño arado de juguete, y inventando bromas, sobre que deberíamos de ir a trabajar, recordé su sonrisa, me acordé de mi papa entonando una canción campirana, mientras cruzábamos un potrero rumbo a la casa de mis abuelos paternos, rememoré como me ayudaba a cruzar la cerca y como jugaba conmigo haciéndome cosquillas y bromeando, todo este caudal, de bellas postales me enternecieron penetraron en las fibras más sensitivas de mi espíritu, se elevaron como palomas hacia mis ojos y me provocaron una pequeña y hermosa lagrima aperlada de felicidad. Ese pequeño fragmento de mí más genuina persona rodó hacia mis pies, se convirtió en una fabulosa esfera, que para mi sorpresa encapsulo al sapo y “pluf” desapareció en el aire, cerré los ojos por un instante, cuando los abrí sentí como un remolino me envolvía, pero no sentí pánico sino mas bien total confianza y tranquilidad, duró algún instante aquel suceso, y cuando abrí mis ojos me vi de nuevo frente a Bouly;

Rió gustoso -Bien hecho, muy bien aprendes rápido –me dijo. Esta es una magnifica lección que te ayudara no solo a cumplir con la finalidad principal por la que estamos aquí, sino que si la sigues practicando en tu vida diaria, te va a compensar con el tesoro más preciado al que se pueda aspirar en la vida: la felicidad.

En verdad fue una gran lección; se puede estar frente a la adversidad más terrible, si se tiene una actitud positiva esa situación se puede hacer más tolerable.

Tener un montón de magníficos recuerdos y echar mano de ellos en situaciones así, es un contexto que en la práctica trae muchos beneficios y tiempo para tranquilizarnos, cuantos disgustos y malos ratos nos podemos evitar usando esta enseñanza.

Viceversa de lo que podríamos pensar, al traer recuerdos bellos de nuestra vida para sanar un momento difícil, no lo desgasta si no por el contrario los inflama y cada vez que necesitemos de el, será más grande y memorable que la vez anterior.

- Además nos permitirá ver que el estado de felicidad o tristeza, depende de nuestro enfoque interno, el universo se puede estar destruyendo afuera y en nuestra mente podemos estar viviendo en paz.

-La lección no solo me ha ayudado a compartir el mensaje primordial, sino a manejar situaciones adversas.

Bouly cubrió mis ojos con su mano y me dijo:

-¡Debes seguir aprendiendo, es preciso! Dicho lo anterior, me sentí derrumbarme en un infinito abismo, igual que en mis pesadillas, de pronto me vi cayendo, cayendo y cayendo, movía mis manos, mis piernas y no lograba asirme a nada, ¡hoooooooooooooo!

No tenía control de nada, aquel momento parecía no tener fin y yo seguí cayendo, mi corazón comenzó a latir con fuerza, aparte de perder el control sobre la caída el estar ahí en aquel hoyo oscuro me daba pánico, no sabía si me golpearía con algo, en algún extremo o si de pronto saldría algún reptil de la pared del agujero y me tiraría una mordida o si el final fuese a topar con piedra en el fondo, o si habría agua llena de alimañas y quien sabe cuántas cosas.

Recordé mi lección anterior, entre mas estuviera pensando negativamente, mas mal pasaría ese momento, así que cambie de enfoque en mi mente y comencé a pensar en la pequeña becerra que había tenido mi vaquilla, era una ternerita hermosa, blanca en su mayoría y con unas pequeñas manchas amarillas, era una bebe vacuna muy linda y además era mía, eso me hacía sentir aun mejor, en el anterior pensamiento me ocupaba (cuando la velocidad de mi caída disminuyo) y por el contrario al pensar que me detendría con una violenta colisión, no fue así, me fui deteniendo poco a poco con la pared, que se hacía cada vez mas angosta, pero no se encogía en forma de cono. Si no por un costado, de tal forma que mi aterrizaje fue cómodo. -al contrario de lo que pensé-

El fondo no era lodoso, más bien era tierra suelta, incluso podía percibir el aroma de esta, como si acabara de llover, pero no estaba húmeda. Estaba en su estado habitual. Enseguida me deje llevar por la inercia de mi aventura anterior y comencé a evocar pensamientos positivos, esperaba encontrarme en la cima o afuera de ahí en cualquier momento, pero no fue así, sin embargo esta actitud me dio mucha calma, y comencé a palpar con mis manos la pared de aquel lugar buscando como en el pozo de nuestra huerta, que tuviese hendiduras y utilizarlas como escalones para salir, pero no fue así, cuando deje de explorar la pared y voltee hacia el centro del lugar, observe en la obscuridad una figura, lo primero que pensé, ¡oh!, ¡Oh no! otro animal raro, pero luego recordé mi enseñanza y deseche aquel presagio, pues no, ¡no era ningún animal raro, era Bouly,

¡Qué bien! Le dije, ¿vienes a sacarme?