REVELACIÓN ÚLTIMA
Hay otra versión del Génesis en cuanto al nacimiento del hombre y su presencia sobre esta tierra. Y visto y considerando como es el mundo, es posible que la verdadera historia nos la hayan contado al revés.
Esta versión diferente al dogma, me fue revelada durante el sueño, producto de una bo-rrachera colosal, luego de una reunión de fin de año, en Puerto Madero, con mis colegas abogados.
Todo comenzó con una pregunta que mi mente consciente siempre se hizo. ¿Es posible que fuera el Diablo y no Dios quien creara este mundo y a los humanos?
Mi mente inconsciente, la que está conectada con los misterios del Universo, la contestó de esta manera…
Primero fue la mujer y luego el hombre.
En el principio existía solo el mal en el cielo. Y todo era corrupción y malevolencia entre los demonios. Por eso, nada les faltaba en el infierno. Tenían todo lo que querían, menos la auténtica diversión.
Hasta que un tiempo de una era inconcebible para el humano intelecto, todos los hijos de Satán comenzaron a quejarse del mortal aburrimiento y, se tornaron insoportables para su padre infernal.
He aquí que el Diablo, harto de las peleas y disputas y quejas a su administración en su gobierno del averno, tomó una drástica y trascendente decisión.
Y dijo: hagámosle a mis queridos hijos un juguete nuevo, con el cual, no vuelvan a abu-rrirse jamás. Hagamos a una mujer a nuestra imagen y semejanza pero que pueda concebir y fecundar descendientes.
Y la mujer fue hecha.
Pero cuando vio Satán que la mujer, por si sola, era incapaz de parir, creó al fecundador…. Realizó su obra maestra… el hombre…
Y el hombre fue hecho. Tomado del polvo y el excremento del mundo. Por eso es lo que es aún hoy en día.
Sobre la faz de la tierra aún yerma, emergió la nueva especie animal, que aunque diferente, se reproduciría instintivamente e inconscientemente como las otras bestias del campo.
Sin embargo, viendo el Diablo que eran diferentes, apartaron al hombre y la mujer de los demás animales estúpidos y, los colocaron y ambientaron en un hermoso jardín, un vergel de plantas y luz y maravillas, al cual llamaron… el Edén.
Y allí permanecían en su ignorancia, felices, correteando como animalillos salvajes, por mucho, mucho tiempo.
Hasta que vio el Diablo que el juguete nuevo, no sólo había asentado y magnificado el aburrimiento de sus queridos hijos, lo demonios, sino que los había vuelto agresivos y contestatarios, lo cual encerraba el peligro de: primero una rebelión masiva de su prole y segundo, una revolución.
Satán pensó y pensó, hasta que se le ocurrió una brillante idea. Creó la inteligencia.
Fue así que para que los humanos comprendieran, envió a uno de sus hijos preferidos, Lucifer a portarles la luz y el fuego a quienes él había creado, bárbaros y toscos que habi-taban esa tierra donde sólo imperaba la Naturaleza.
Y les dijo Lucifer a Anda y Ave: “Despertad. He aquí vuestra conciencia. Sepan que existen. He aquí la percepción de como reproduciros. He aquí la humanidad. Comed del árbol del conocimiento y así sabrán, entenderán y serán como nosotros, serán como mi padre que está en los infiernos”.
Entonces vieron los Hombres que estaban desnudos y fueron agradables a los ojos del Señor.
No obstante, el Señor, los cubrió con ropas para que taparan sus vergüenzas y para que no se sintieran del todo libres y emancipados.
Y cuando estaban profundamente dormidos, luego de haberse apareados y ser conscientes del acto, felices y satisfechos, Lucifer, el enviado de su Padre, sopló el aliento de aquello que los mantendría vivos a pesar de sus desgracias e infortunios. La esperanza.
Después, en el sexto día de su creación, dijo Satán: “Hagámosle a los terrenales, también, un Dios. Al que deban venerar y rezar; al que crean bueno y justo y equitativo y al que le agradezcan incluso, por sus peores desgracias y por tener arduos y forzados trabajos para sobrevivir. Así, nosotros, permaneceremos inocentes.
Y Dios fue hecho. y el Diablo dio facultades a Dios para que hiciera hechos entre los hu-manos y creara también.
Y surgieron la ética, la moral, la justicia y sobre todo… El Bien…
Y Satán contempló toda su obra y vio que estaba bien. Entonces descansó sabiendo que los mortales, harían su trabajo mejor que él.
Y los hombres crecieron y se multiplicaron y fueron agradables a los ojos del Señor. Y el Señor Satán y sus hijos, se divirtieron y se regocijaron en gran manera por los hechos de los hombres y su Dios en la tierra. Más que nada, por los hechos subjetivos de los humanos.
Y los hombres y su Dios, desarrollaron en el pensamiento, la gran arma de Satán: LA PREOCUPACIÓN.
Y hubo gran alborozo y fiestas en todos los círculos del averno, cuando supieron los de-monios que, su Padre, había creado el mundo perfecto para su diversión.
Y nunca más se sintieron aburridos. Hasta hoy es así.
Y nunca imaginó Dios que él también había sido creado y que había sido uno más de los juguetes desde el principio.
Franco ricciardi
|