Cuando la Generalitat de Catalunya anunció que debía hacer un gran anuncio, trascendental para todos los catalanes y para la humanidad en general, muchos pensaron que era la declaración de la independencia. Por eso miles de personas se congregaron en las cercanías de la Plaça de Saint Jaume. La mayoría eran de todas las barriadas de Barcelona, pero también de las localidades cercanas, y de las provincias de Lleida, Tarragona y Girona. Era emocionante ver a las multitudes con las senyeras rojas y amarillas, entonando el himno catalán y al unísono grito de “Visca Catalunya”.
Sin embargo, dada la tranquilidad existente en Madrid y en toda España en general, muchos empezaron a desconfiar de que la Generalitat hiciera una declaración unilateral de la independencia de Catalunya. Incluso, se comentaba, que su majestad don Juan Carlos se encontraba descansando en una residencia cercana a la Costa Brava, sin precisar mayores datos.
Por fin, el presidente Artur Mas, acompañado de Jordi Pujol, salieron a dar el espectacular anuncio:
“Pueblo de Cataluña: en el día de hoy la Generalitat anuncia que una vez nuestra nación – porque somos una nación y nosotros decidimos – ha tomado la trascendental decisión de entrar definitivamente en la carrera espacial. Enviaremos un hombre a Marte y una mujer a Venus. Para explorar esos planetas y difundir la lengua catalana entre los pobladores de esas regiones”.
Muchos se tomaron el anuncio en broma, pero la Generalitat presentó incluso a los dos astronautas, Carles Puyol, que iría a Marte, y Maria Llobregat, a Venus. También las naves, la Catalunya I (a Marte) y la Catalunya (a Venus).
“Tecnología catalana, fabricada en Cataluña, con manos catalanas. Estas naves fueron hechas aquí en Barcelona, y son un ejemplo de lo que nuestra nación hace y puede”.
La repercusión de la noticia provocó airadas reacciones en el resto de España, pero las demás comunidades autonomas redoblaron la apuesta. Galicia, por ejemplo, anunció que enviaría no a un hombre a Marte, sino a una familia entera. Euskadi, anticipó, que fabricaría una nave tipo Enterprise para explorar las lunas de Júpiter y los anillos de Saturno. La comunidad valenciana declaró que “suerte que tienen los catalanes en ponerse en estos gastos, pero nosotros somos mejores y podemos más. Por eso construiremos una ciudad en la Luna, la Nueva Valencia”.
Los andaluces también se metieron de lleno en la carrera espacial, se anunció la colonización de las lunas de Júpiter, y el envío de un equipo de astronautas más allá de los confines de las orbitas de Saturno. Incluso dos comunidades pequeñas como Asturias y Murcia anunciaron envíos de astronautas y naves tripuladas a Mercurio.
Aragón no se quedó atrás. Sostuvo que sus naves duplicarían la velocidad de las catalanas y fundarían colonias enteras en Marte, Venus y Mercurio.
¿Y Madrid? ¿Acaso la comunidad madrileña se quedó callada ante semejantes anuncios? Por supuesto que no. Con un gran acto desarrollado en la Puerta del Sol, se anunció la exploración del espacio “Más alla del espacio solar. Que los catalanes, los vascos, los andaluces, los gallegos, los asturianos, los valencianos y los aragoneses se queden con el sistema solar. Nosotros enviaremos naves tripuladas a Alfa Centauro y Sirio”.
De esta manera, las comunidades autonomas españolas se lanzaron de lleno a la carrera espacial, aumentando sus déficits presupuestarios al máximo. Solamente Cataluña experimentó un aumento de su deuda en un Mil por mil.
“No importa” recomendó Pujol “Cuando los números no den, amenazamos con independizarnos y el estado español, para que sigamos siendo españoles, nos va a dar algunas pesetas, perdón, digo euros. De última, amenazamos con construir una estrella de la muerte para destruir Madrid, y así nos van a más pesetas, perdón euros”
Los vascos también razonaron de esa manera y por eso empezaron a gastar millones de pesetas, perdón euros, en gastos espaciales.
Mientras tanto, el gobierno de España, presidido por el señor Zapatero, anunció la reducción del gasto en millones de euros “Las comunidades autónomas españolas pueden darse el lujo de explorar el universo. Nosotros no. Debemos hacer grandes esfuerzos para llegar a fin de mes”. Aznar criticó todo y dijo que “Ojala vuelva Franco”. Rajoy declaró su entusiasmo por recorrer las futuras colonias catalanas, vascas, andaluzas, gallegas, aragonesas, asturianas y valencianas en el espacio y dijo: “Cada voto suma”.
Su majestad, el rey Juan Carlos, también aumentó los gastos de la casa real. “Total, con los millones que invierte Cataluña y los demás en la carrera espacial, podemos hacer cualquier cosa”.
Asi fue como España, quinientos años después de la gesta de la conquista de América, se lanzó a la exploración espacial.