Hace una semana que he venido, pero parece muchísimo más tiempo... he podido contar azujelos, las batas blancas que van y vienen, los agujeros de la persiana. No me había imaginado nunca las cosas que se pueden llegar a contar estando 24 horas acostada en la cama de un hospital. Tampoco me imaginaba que iba a echar de menos ir al cole... aunque sí a mis amigos, jugar con mi hermana...

Sigo contando cosas, pero ahora son minutos que faltan para que llegue Juan o Lore, no sé quién vendrá hoy. Son voluntarios de la Cruz Roja.

A veces voy al aula para ver los juguetes que hay y siempre cojo una muñeca que me encanta. Los voluntarios me dejan llevármela a la habitación y cuando no puedo dormir le digo a mi madre que me la traiga a la cama.

Tengo muchos dibujos colgados en la habitación que me dan los voluntarios para que pinte o para que haga yo misma. Me gusta cuando hay muchos niños y muchos voluntarios, y están mis hermanas y vamos a jugar al trivial o al parchís al aula de juegos.

"Recuerdo esos momentos cuando estuve en el hospital de peque... Recuerdo que son parecidos los sentimientos... también recuerdo a las profes por la mañana y los voluntarios de la Cruz Roja por la tarde, jugando en el aula sin parar. Quizá por eso ahora sea yo la voluntaria, para crear esas sonrisas y que les puedan contar a sus mamás lo que han hecho hoy en el aula con los voluntarios, y no pensar en los pinchazos o el dolor de después. Gracias Selita, por ayudar a recordar"