El atardecer es una incógnita aparece la noche y lo elimina pero igual suelo gozar del tenue resplandor de su fin. En la oscuridad que le sigue observo por la ventana las luces que van naciendo y a los humanos que las rodean. Entonces hay movimientos y hasta sonidos nuevos. De todo esto guardamos recuerdos y nacen utopías. Puedo darme cuenta entonces que nada sabemos/nadie sabe y que la equis de mis ecuaciones sigue invicta de su despeje.
Texto agregado el 09-03-2011, y leído por 208 visitantes. (4 votos)