Nunca me vi rasgos de alemana, sin embargo cuando estuve por allá, descubrí que la mayoría de los alemanes son rubios solo cuando son chicos y después se vuelven castaños. Las mujeres adolescentes, se pintan el pelo de cualquier color, las adultas se tiñen de rubio platinado para seguir viéndose como alemanas.
Volvía de Ámsterdam en un vuelo de la KLM.Estaba vestida sobriamente porque me habían conseguido un pasaje en la clase empresarial. Pantalón y bleizer negros y una flor de seda beige en la solapa.Mi pelo prolijo con largos rulos que hoy añoro y como buena latina, maquillaje y aritos. En el momento del desembarque y frente a la aduana, me sentí la única formal junto a tanta gente exuberante y de apariencia atípica.
Tenía delante y detrás de mi, rastafaris y miembros de la secta Amish con sus típicos atuendos y barbas. Otros llevaban tatuajes y piercings. Sin embargo, por alguna razón la mujer policía me miró y me hizo esperar mientras el resto iba avanzando sin más.Lamentablemente mi ingles era bueno pero mi alemán nulo, nada peor no entender qué murmuraba la mujer con otros uniformados. Los demás seguían adelantándose y yo allí, demorada y perpleja.
Llegaron unos hombres-policías tal vez- y empezaron a pedirme papeles y documentos.Sus maneras eran autoritarias, así lo sentía. Cuando toda la cola de pasajeros ya estaba libre, me vi frente a una indagatoria digna de dictadura militar.Nombre, nacionalidad, de dónde venía, qué estaba haciendo en Holanda, a qué venía a Hamburgo, para qué, por cuánto, dónde paraba, cuándo regresaba a mi país y algunas otras cosas más. Y al final me calenté. Parecía un juicio y yo tenía poco que declarar.Venía de visitar a mis amigos holandeses, tenía pasaje de vuelta a Argentina en la mano, iba a Hamburgo porque allí estaba mi pareja que era alemán y terminé gritando en perfecto ingles que no tenía ninguna intención de quedarme a vivir en ese país a la par que les tiraba en la cara el pasaje de regreso en Lufthanza para 20 días después.
También les grité que podían llamar por los altavoces a quienes me estaban esperando, las hijas de mi pareja MUY pero MUY alemanas y rubias.Sin embargo, algo me decía que no era cuestión de discriminación, se me estaba dando demasiada importancia. Revisaron todos mis papeles otra vez, hablaron entre ellos y al final, apareció un alemán muy educado que pidiéndome mil disculpas me hizo pasar. Recién me enteré de los por qués cuando me encontré con Tanja y Marcelo.
_ Lo imaginaba-dijo Tanja-, se lo comenté a Marcelo de antemano.Se escapó una guerrillera alemana muy parecida a vos que para peor se llama Mónica.Y la están buscando en los vuelos_ .
Nunca me vi. rasgos de alemana, sin embargo, parece que las guerrilleras no tenemos rasgos definidos.
|