Nos imaginamos que Eduardo Galeano, con sus 70 años en el alma, de no haber sido escritor tal vez igualmente hubiese estado en estos momentos muy cerca de los pueblos con otra profesión muy parecida, siempre en la piel de la gente.

EG ha pasado parte su vida de manera decidida oponiéndose con valentía a todas las fuerzas que aplastan a los colectivos, sin olvidarse nunca del solitario que sufre, el desasistido, oprimido, excluído, del apartado.
Galeano ha sido la voz y la palabra en defensa de las iniquidades que inundan el mundo hacia el sur. Su estilo ha sido el destacar lo que está mal diseñado o dirigido en nuestras sociedades latinoamericanas; con sus libros sus palabras e ideas han resaltado lo grotesco de los poderes altisonantes de los grandes países y las enormes fuerzas económicas de Occidente que crean los terribles desequilibrios sociales.

En TELESUR – (La Televisión con un verdadero estilo educativo y formativo), Eduardo Galeano nos brindó, hoy 04 de marzo del 2011, treinta (30) minutos de sabiduría, con palabras sencillas y sensibles con un diagnóstico de nuestra historia contemporánea, nos ofreció viscerales y profundas reflexiones sobre la realidad.
Ante la pregunta de un televidente interesado por la coyuntura actual del tema de Libia y el Medio Oriente, el contundente escritor Uruguayo aclaró que la paradoja es un discurso de paz pronunciado por países que promueven la guerra.
Habló y contó que escribe, aludiendo a un famoso tamborero, cuando le pica la mano. Recordó a uno de sus maestros (Onetti)..cuando las palabras sean mejores que el silencio…Resaltó la importancia histórica de Don Simón Rodríguez como el Maestro Revolucionario de la Educación en nuestra América, y de José Artigas como uno de los paladines de la Reforma Agraria desde las luchas de la independencia del sur.

También evocó una famosa frase visualizada hace tiempo en una pared, tipo graffiti, ante el fin de un episodio político de sus recuerdos: … el último día del despotismo y el primero de lo mismo… Confesó que en uno de sus múltiples contactos con la gente cotidiana de los pueblos de latinoamerica aprendió a usar una nueva palabra – el sentipensante- (para poder pensar es necesario sentir), de manera que aprovechó entonces del imaginario social la manera de utilizar un lenguaje sentipensante en su estilo personal como escritor.
Nos declaró en esta intensa entrevista la regeneración de la cultura del vínculo, la porfiada alegría que nos permite nacer cada mañana. Insistió en la importancia del momento que está viviendo América Latina, y que como pueblos nos sentíamos capaces de inventar el futuro.

EG termina con una sabia reflexión en la que en la realidad todo está mezclado: la esperanza y la desesperanza; según la mitología los dioses nos hicieron de maíz…decidieron inventarnos para divertirse.
Desde Las Venas Abiertas de América Latina, uno de sus libros emblemáticos que ya va para 40 años, hasta 1998 cuando nos sorprende con Patas Arriba…La Escuela del Mundo al Revés, ha pasado un largo tiempo, es cierto, sin embargo el estilo de espadachín de la escritura sentipensante de Eduardo Galeano se hace cada vez más necesaria en los tiempos modernos para Venezuela y el resto de los países latinoamericanos en una lucha sin cuartel contra lo establecido en politica y dominación imperial.

Oponerse y atreverse a condenar el Neoliberalismo, la fatal injusticia de las desigualdades sociales, sigue siendo la estrategia del ser humano y de los colectivos organizados ante la búsqueda de un mundo y una sociedad mejor. El sistema usurpador donde mujeres y hombres son vistos como mercancías debe cesar. Estos son los tiempos de cerrar las heridas.

Más allá de los premios rimbombantes en Literatura, Eduardo Galeano, a través de sus versos impregnados de sabiduría tiene su lugar en la verdadera capacidad de los hacedores de caminos, de frente ante los desalientos del mundo, su palabra y sus reflexiones trascienden cualquier dádiva de los poderosos.