Me quedé sin musa. Se me fue cuando empecé a quedarme en casa, cuando dejé el trabajo, cuando el desgano me fue impuesto y no elegido y mi intención de vencerlo fue abatida a traición en un segundo.
Se me fue mi musa y no de vacaciones, porque mi musa, la única, siempre fue mi propia vida. Y hoy tengo vida pero no puedo vivirla como quiero, como “antes”.
Esos “antes” en los que me escurría entre las mesas de algún Bar,- buscaba esa del rincón siempre con vista a la entrada- y mientras el mozo iba por mi café y mis medialunas – dos, una y una-, yo sacaba la birome y el papel blanco doblado de mi riñonera, prendía un pucho –no hay inspiración sin pucho, whiskies o café – y alistaba mis oídos y mis ojos.
Este esbozo de escrito me salió impulsado después de leer “En el Café” de MujerDiosa.
Sigo…Empezaba buscando las figuras; el “solo” leyendo el diario, la pendeja compulsiva con los mensajes del celular, las amigas, el grupito de compañeros de trabajo. Entonces mis oídos biónicos (a veces creo que me quedaron así después de curarme con el iodo radioactivo), captaban hasta los murmullos más lejanos y difusos.
_ ¿Me traés un capuccino? _.*
_ ¿Qué te pareció el discurso de Cristina?_.-**
_ Click click, click click click, OK, click click click, OK…_. ***
_ No la escuché, no me la banco _.**
_ Perdoname, me olvidé, un vasito de soda ¿ puede ser?_.*
_ Psi…, toy tranqui, pero si el turro me sigue jodiendo y pasándome todo el laburo lo mando al carajo. Esta vez lo mando al carajo aunque me raje_. (Los compañeros de trabajo) .
_ Click click click click, OK…***
_ ¿Sabés que a mí me gustó?, ¡Y no soy kirchnerista eh!_. -**
El Bar huele a café, tabaco y tostado de miga. Miro el reloj. A las 15 tengo que estar en pilates. Termino de tipear éste texto, apago la PC, me pongo las calzas y me voy sin pagar.
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