Me dirás que esto no te hace feliz, o acaso me dirás que no estás satisfecha con lo ya realizado hoy. No, no, no, mi niña, por favor ¿porqué ese llanto?, serás prueba de uno de los experimentos más fantásticos, ¿no te parece fascinante querida?, liberaré tu poder, tranquila, no arranques, si solo transformaré tu dulce carita y te haré ver lo que en verdad eres, ¡Una puta de mierda!, a ver que es lo que escucho, acaso fue un “lo siento”, ¡acaso fue un lo siento!, por quien me tomas, jajaja, por tu querido amante, no creo que el pueda decir lo mismo, digamos que, mmmm, transformé su bello abdomen en digamos, una segunda sonrisa, jajaja, así que me crees un enfermo, bueno talvez, pero enfermo de amor, ese amor que despreciaste al acostarte con el, aunque deberías coincidir conmigo que se ve muy bien con los intestinos afuera no te parece, pero querida, no te desmayes, ven te ayudaré, tranquila no pasa nada, acá está tu amor siempre a tu lado, como cuando firmamos nuestro pacto de amor eterno, no te acuerdas, aaah, que bellos momentos, justo antes de empezar en aquella secta esotérica, no sabes las cosas que aprendí, y el poder que puedo ejercer a través tuyo, fue una lástima que me traicionaras, porque podríamos haber disfrutado ese poder juntos, ¿como? ¿que nunca hubieras querido compartir ningún poder conmigo?, niña insensata, acaso desafiarías el poder de Raziel, no lo creo mi intento de mujer, aaah espera un momento querida, tu momento de agonía apenas comienza, he olvidado los utensilios para hacer divertido nuestro último momento, no creo que te moleste estar acompañada de tu “amante”, vuelvo enseguida.
La Oscuridad se cernía en el sótano del hogar, mientras la bruma se contraía al canto del búho que presagiaba el triste final...
Querida, ¿aún despierta?, discúlpame si no he sido un caballero, debí ofrecerte algún tipo de cobijo o almohada, pero en fin, ¿te gusta este bisturí?, me lo compró mi padre cuando entré a la escuela de cirujanos, fue una de mis mejores épocas debo decir, justo antes de conocerte, eeeh, espero que los grilletes no te hieran mucho, bueno, donde iba, a sí, una de mis mejores momentos, bueno, no es hora para recuerdos, te importaría abrir un poco el párpado querida, bien, no trates de liberarte querida, es inútil, amor no te desmayes, presencia el principio del final, el Génesis y el Apocalipsis juntos, ahora el último ingrediente, disculpa querida que te moleste necesito un dedo tuyo, mmm haber ese, el dedo donde llevabas nuestro anillo y que era aaah si una parte del cuero cabelludo, ya querida si no es para tanto, pronto se aliviará tu dolor, ahora si, empieza mi cántico...
A la luz de las velas, el viento gritaba palabras de auxilio y el aire llevaba las palabras retorcidas del libro, ahora pronunciadas por un ente maléfico una vez convertido en hombre.
Casi al término del cántico, él se acercó a los dos cuerpos calcinados por los demonios hambrientos de sangre fresca, y recogió dos gemas una azul y la otra verde, las incrustó con fuerza, una en cada hombro y termino de recitar el cántico. El lugar se iba convirtiendo poco a poco en una especie de caverna, miles de espíritus acudieron a su llamado, pero no previó que antes de entonar el cántico, debía conjurar un circulo de protección contra espíritus y demonios. Dos espíritus, uno de hombre y otro de mujer, se abalanzaron contra él, destrozando sus miembros, arañando su carne y manteniendo su alma viva para que estuviera consciente mientras sus propios demonios se lo comían vivo, cuando él ya no aguantaba más, se acercó el espíritu de la mujer y le susurró al oído, “Querido, te olvidaste de mi beso de despedida...”
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