Detrás de tu sonrisa
hay un universo que me atraviesa
por eso estoy siempre allí
esperando que tus labios
dibujen una y entonces
me asomo a tus dominios
entre los que estoy, absorto,
y definitivamente me quedo en vos.
Gozo cuando hablas cosas intrascendentes
o de tus nervios cuando te acicalas
siempre no conforme con el resultado
o aún cuando estás feliz
y me acerco a vos
para conquistar tus labios
rodear tu cuello
descender por tu espalda
hasta estacionarme en tus caderas
y me quedo allí
todo lo posible
y también lo imposible.
De esa manera agradezco
el regalo de tu belleza
y vivo el milagro.