no respiraba, sin embargo, allí estaba, echado sobre la arena del mar y con un brillo tan especial en los ojos, y una sonrisa encarnada en los labios que pensé que era el muerto más hermoso... traté de levantarlo y me di cuenta que no pesaba nada, como una espuma, un sueño quizá... le cogí de la mano y me lo llevé hacia la mar... como no pesaba nada lo puse como un flotador... nadé y nadé hasta llegar a un lugar lleno de peces voladores... por un instante pensé en ser como ellos, y en ese instante, el ser que no respiraba habló... "¿qué eres?", preguntó... soy un cuento no acabado, le dije. el ser que no respiraba me dijo si podía ayudarle a salir del mar. le dije que sí. salimos y cuando legamos a la orilla, el ser que no respiraba me dijo que lo soltara... apenas lo solté, el ser que no respiraba comenzó a elevarse más y más como un globo de gas... le vi perderse en las alturas hasta volverse en un punto muy bello, casi como una estrella... caminé por toda la orilla y cuando sentí que la mar se alejaba más y más, me puse lo dedos en la nariz... noté que no respiraba... ¿estoy en un sueño?, me pregunté. de pronto la mar se elevó más y más hasta volverse en una montaña de sal o de algo blanco... miré hacia atrás y noté que miles de letras y puntos corrían y corrían como si algo las persiguiera, como cangrejos perseguidos por gaviotas... comencé a escalar la montaña de sal hasta llegar a su cima. desde allí noté que no había un solo ser humano, y si había alguien, este estaba echado como el ser que no respiraba... de pronto tuve un lindo deseo… deseaba volar y volé... volé y volé hasta hacerme uno con todo el cielo y la tierra, con un punto y una coma, con un aliento y otro más... estaba en un sueño, de esos que no deseas despertar jamás...
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