Como la vida misma. Vas, vuelves, Llamas y desapareces. No quisieras buscarme, Pero lo haces. Y más pronto que tarde, Vuelves a irte. Cómo se pasman mis fibras Cuando revuelves la vuelta. Se cansan mis pestañas Se obnubila mi cuerpo. Se depiertan mis resabios muertos Florecen mis manos silentes. Y cuando el corazón palpitaba acelerado El acto de desaparición se sobrecargó. La vida va, La vida viene. No piso suelo firme, ni de ninguna especie. Sólo fluyo lejos. Lejos de tu pasto, tu orilla y tu ansia.
Texto agregado el 02-03-2011, y leído por 188 visitantes. (0 votos)