El más despreocupado pensamiento salto de mi mente a la realidad, con solo pensar en ese verde mi cuerpo se proyectaba a esos recónditos recuerdos. Todo pasó en el vientre de nuestra pachamama, una paso marchito e inhumano regresa para quitarle el mundo al mundo y lo mas seguro sea que estas alas desplegadas ya estén cansadas de este cielo, miré con la misma inconsciencia y torpeza el don de las deidades mas generosas y noté que un árbol jamás dará fruto en las huellas de nuestras vidas siendo también uno de los últimos suspiros que da el viento. El silencio es torpe en la misma selva pero el concreto nace con un olor vagabundo, con una lluvia que no merece ser nombrada y un sol que jamás saldrá. El tiempo borra la conciencia exhaustiva que ya esta lista para enloquecer cuando pueda pero sigo aquí frente a mi computador leyendo mi último email, el parpadeo nuevamente me transporta frente a al corazón de la naturaleza pero esta vez su personalidad flotaba libremente, sus labios en movimiento liberaban el lenguaje a mi neuronas como si las palabras amarraran mi existencia a su verdad. La cotidianidad me hace pensar que solamente fue un sueño pero cada árbol, cada calle, cada nube llora en los ojos de la gente que indiferente se marca transeúnte al mismo aire, al mismo mundo que olvidamos y a la misma sombra de la humanidad en la herida de la selva.
(ARMANDO LEGARDA VIVAS 28/02/11)