El barrio de Villa Juana es uno de los más antiguos de nuestra capital dominicana.

Está compuesto por múltiples familias humildes que trabajan día a día para conseguir el sustento. Hasta donde yo se es el único barrio de la capital que ha parido un presidente de la república (el cual ha ganado tres elecciones constitucionales).

Es un privilegio para Villa Juana haber criado ese niño, que paseaba por sus calles como uno más sin saber el futuro que le esperaba no muy lejos.

Hay que reconocer que se esforzó, se formó y llegó a ser lo que hoy es, un magnifico personaje de la historia dominicana con grandes valores positivos.

Es posible que Villa Juana esté orgullosa de tal acontecimiento, pero yo me pregunto:

¿Y el Sr. Presidente estará también orgulloso de tal cosa?

No estoy muy seguro de eso, porque los valores de humildad que posiblemente aprendió en aquel hermoso barrio, creo que desaparecieron hace algún tiempo y junto con ellos también es posible que se hayan ido los sentimientos de dolor por la injusticia a la clase desposeída de la cual el surgió.

Injusticia que defendió a uñas y dientes cuando se le hizo aquel fraude al Prof. Juan Bosch en las elecciones del 1990 y fue tanto el dolor por la injusticia que escribió un excelente libro delatando con detalles aquel acontecimiento.

Hoy lamentablemente el niño de Villa Juana ha desaparecido, y ha emergido del sistema esclavista un HOMBRE PODEROSO, que no necesita de nadie para hacer todo a su antojo.

Un hombre que quizás ya no le atrae los valores del profesor, y como diría el ministro verde, “no pone el oído en el corazón del pueblo”, pero si en las manos de los grandes empresarios.

José Rafael Núñez Corona.
18-2-2011