El idilio escondido de tus miradas despierta al mismo amanecer. Días enteros estallan con algo casi perfectamente radiante, algo puro, algo nuevo, viajando mas allá del mismo sentimiento, es Divino. Son remembranzas de un pasado que no ha llegado.

Entras sola por la puerta de este corazón, llenando toda vacía sensación. Mis celos son compañeros intransigentes de mi mente, no se si forman parte de esta dicha, pero si se de todas las caricias impregnadas en mi ser.

Soy vagabundo en este mundo, nada me llena, soy una roca en lo profundo con la que las olas juegan, y aunque no quiera, suelen ser mas fuertes, solo Dios conoce el misterio de quererte, El es sabio y te escucha muy paciente.

Naciste y en nuestros senderos se unió esta luz que me enjuaga. Estando a mi lado me limpio, y este mundo deja de ser mio, pues tus ojos son mi hogar. Sin ti solo me pierdo, sin ti vuelvo al abismo de mi propia imperfección.

Ahora ves que Dios te creo para ser mi salvación. Hasta tu caminar tiene melodías y tu rostro llena de fraseología mi canción. No me sorprende tu jardín envuelto de flores traídas por otros colibrís, he aquí solo te traigo poesías inspiradas de la creación, espero que tu alma azucarada se enamore y logre imaginar toda la vida con este amor. Como Neruda y sus pasiones, como mis propias convicciones, Daria todo lo que tengo y mas, hasta desmayar, atándome a tus labios, para no perderte. Tomare el sendero de tu cuerpo, para sentirte cerca de mi ser. Tendre el corazon en mis manos, y obsequiartelo al final del atardecer. Es que no veo en la naturaleza mas bellezas, solo el hermoso desfile de tus besos, es que no veo campos de carencias, cuando tus pasos se marcan en mi Edén.

Me despido amada mía satisfecho, dejando al mundo mis sentimientos desnudos, sin dejarme inundar por aclamaciones. Solo siembro la Gracia divina que Dios me ha dado, cosechándose en el prójimo para abundar con amor, con su amor, con tu Amor, ese el único y perfecto, mi salvación.