¿Cómo vive un ermitaño?
-¿Cómo puede vivir un ermitaño hay en las montañas, totalmente solo?.-Se preguntaba Sol mientras se asomaba por la ventana-¿Cómo puede vivir, que comerá, como dormirá?¿Acaso le gusta no tener un amigo con quien poder jugar?.-Suspiraba, realmente le causaba mucha curiosidad saber como vive un ermitaño, que sentirá y que soñará.
Un día salió temprano de casa sin avisar a sus papás y se dirigió a las montañas para conocer al ermitaño y preguntarle como puede vivir. Sol caminó y caminó, recorrió toda clase de paisajes, de animales y cada vez que encontraba cosas nuevas y que parecían maravillosas, se preguntaba como aquel señor que vive en las montañas, podría vivir sin conocer a tan majestuosas criaturas
Pasaron días y noches, los padres de Sol estaban preocupados, no sabían que hacer, pero en sus corazones sabían que se encontraba bien.
Después de un tiempo Sol llegaba a la cima de la montaña y podía ver la casa del ermitaño. Llegó y tocó la puerta varias veces, de repente escuchó unos pasos cortos, ligeros pero firmes; al abrirse la puerta salió un hombre de baja estatura el cual hizo un movimiento cortes de mano invitando a Sol a entrar, ya adentro ambos se sentaron y el ermitaño sirvió unas tazas de té hecho a base de ciertas hierbas que crecen solo en ciertas montañas. Mientras lo bebían, solo reinaba un enorme silencio, el cual Sol rompió:
-Señor....-
-Lía, me llamo Lía-interrumpió el ermitaño-
-Bueno, Sr. Lía- Continuó-Yo solo vine aquí para saber como vive un ermitaño, si no conoce nada ¿Me puede usted explicar?
-¿Cómo te llamas?-
-Que descortesía la mía, usted disculpe, mi nombre es Sol y vivo en el pueblo que esta al pie de esta montaña-
-Mira Sol, los ermitaños comemos lo que la naturaleza de la montaña nos da. Yo no siempre viví aquí, yo nací en el pueblo donde tu habitas, pero mi forma de ser no era como la de los demás, yo pensaba distinto, actuaba diferente y deseaba otras cosas que en un pueblo no se pueden tener. A mi no me gustaba el mundo de allá abajo, por eso decidí crear el mío.-
-Pero ¿no se aburre aquí solo?-
-No, yo vivo en un sueño, yo creo lo que necesito y no deseo bajar y ver lo que todos ven, yo adoro vivir aquí, y ver lo que yo quiero sentir y sentir mas de lo que otros pueden ver-Lía tomó un trago a su té.
Con estas respuestas, Sol se puso de pie dando las gracias con una gran sonrisa y se puso en marcha a su hogar, con la firme idea de ver mas de lo que ya ve y sentir mas de lo que ya siente.
Escrito por:
Edna Victoria Pérez Sánchez
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