ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO: EL GRAN DESAFÍO. (3)
(Sugonal)
V.- PRIORIDADES PARA ACTUAR
Hablando de adaptación al cambio climático, hay urgente necesidad de avanzar en varios temas: el primero es determinar el nivel de conciencia que existe sobre el problema e intercambiar conocimientos sobre los desafíos que significan dentro de la región.
En primer lugar, este es un tema que se ha movido rápido ya que hasta hace muy poco el nivel de conocimiento sobre la necesidad de adaptarse al cambio climático era limitado. Sin embargo, esto ha cambiado notoriamente en los últimos años y en todo el mundo hay una fuerte tendencia a conocer este fenómeno que crece con desusada rapidez. La pregunta entonces es ¿qué hacemos ahora al respecto?
Luego es necesario conocer los pasos que el país está dando y los métodos usados para obtener respuestas al cambio climático en relación con la elaboración de políticas y planificación, especialmente a través de los puntos focales nacionales de la Convención de Cambio Climático, dando a conocer ejemplos de casos de interés.
Cada país tiene un punto focal designado. Se trata de personas que participan en las reuniones de la Convención de Naciones Unidas, personas versadas en la ciencia global del cambio climático.
Este es un buen punto de apoyo desde donde extender la información del fenómeno en el país. Es necesario involucrar, partiendo de las capacidades expertas de cada nación, al mayor número posible de instituciones y personas en el tema.
Hay que destacar que la adaptación al cambio climático no es algo nuevo o desconocido ya que se ha venido haciendo por mucho tiempo. Desde siempre la Humanidad ha tenido que luchar contra sequías, inundaciones, huracanes etc., mucho antes que estos fenómenos fueran atribuidos al cambio climático indicado que ahora, sin sombra de duda, se atribuye al ser humano.
El problema reside en que el cambio climático hará aún más frecuentes y más severos a estos fenómenos. No implica acciones nuevas, sino que agrega urgencia a las que se deben tomar. De aquí nace la necesidad de incorporar en la toma de decisiones sobre políticas orientadas a enfrentar el cambio climático, a las organizaciones que deberán tomar el desafío, como ser oficinas nacionales de emergencias, municipalidades, etc.
Resumidamente, la agencia del cambio climático es la reiteración de muchos de los planteamientos del desarrollo sustentable. No se persigue, entonces, que se pase de hacer algo para comenzar haciendo algo nuevo por el cambio climático. Por el contrario, la recomendación que surge es que se debe continuar laborando para lograr un desarrollo más sustentable reforzando el mensaje de la sustentabilidad referido al desarrollo.
Revisando las oportunidades para mejorar, las preguntas claves que deben hacerse los países son qué necesidades deben enfrentarse, las técnicas y métodos posibles, las capacidades disponibles y la mejor forma de aprovecharlas. Es importante entonces revisar cuidadosamente la experiencia y conocimiento de toda la sociedad: privada, pública, académica, centros de investigación, organizaciones no gubernamentales (ONGs), etc.
Una de las razones más relevantes por las que la sociedad civil y la comunidad privada de ONGs para abordar el cambio climático, reside en el hecho muchas veces comprobado que las primeras víctimas serán los más pobres y, por ende, los más vulnerables a los impactos del clima.
Por ello, se debe llevar el mensaje de la vulnerabilidad climática a ellos, ya que es allí donde las acciones de adaptación y capacidad de resistir y recuperarse se necesitan con más urgencia.
Quizá si en la actualidad el más importante vacío sea cómo incorporar la adaptación al cambio climático en la agencia del desarrollo. El conocimiento disponible en la actualidad es muy general y global y está lejos de ser específico para lo que la gente quiere saber: qué es lo que tienen que hacer en un lugar determinado.
Por este motivo es mandatario desarrollar materiales y estrategias que sean relevantes para naciones y regiones específicas y luego probar alguna de estas aproximaciones.
En la adaptación no se trata de estudiar temas, sino que hacer cosas. El aprendizaje vendrá, no tanto de la teoría como de la experiencia práctica que se pueda adquirir. En otras palabras, la adaptación es un ejemplo clásico de la importancia que tiene el aprender haciendo. Una forma, quizá si la mejor de hacer esto, es promoviendo casos de estudio que permitan aprender de ellos y aplicarlos a una escala mayor. Por ello es importante incluir dentro de estas acciones evaluaciones de las lecciones aprendidas y la difusión de ellas utilizando los medios necesarios con el objeto de llegar a la mayor cantidad de público posible y a la mayor cantidad de lugares posibles.
VI.- IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO.
Esta parte se refiere en forma general a algunos de los impactos que el Cuarto Informe del IPCC ha identificado para la América Latina.
El cambio climático afecta a una amplia gama de parámetros climatológicos tales como las precipitaciones, la temperatura, la humedad, la presión atmosférica. Es probable, además, que ocasione una mayor cantidad de eventos extremos tales como huracanes y ciclones que sean cada vez más severos y difíciles de pronosticar.
En la actualidad hay millones de observaciones altamente significativas que informan que probablemente estemos viviendo en un mundo donde ha cambiado el clima. Al respecto, el Cuarto Informe del IPCC es taxativo: no solamente se tienen ahora proyecciones sino que además observaciones de lo que le ha sucedido al clima de la Tierra en los últimos cien años.
Cien años no son nada en comparación con la edad de la Tierra como tal. Sin embargo hay algo muy importante: la mayoría de los grandes eventos climáticos de estos últimos cien años ocurrieron en la última década del siglo pasado. Comparado con las nueve décadas anteriores se aprecia algo muy diferente y que cae fuera de cualquier escala vista anteriormente.
Si bien no se puede atribuir cada evento en particular al cambio climático inducido por el ser humano, si se miran en conjunto en el planeta y a través del tiempo, se observan con una fuerza que hace pensar que ya se vive en un mundo con el clima cambiado.
La temperatura de la Tierra ha aumentado en 0,6 grados Centígrados en el último siglo y aumentará al menos otros 0,5 o 0,6 grados debido a los lapsos del sistema. Puede no sonar como una gran cantidad, pero es significativa. Inevitablemente se deberá enfrentar este problema aún cuando se hagan los mejores esfuerzos para reducir la emisión de Gases de Invernadero.
El Cuarto Informe del IPCC identifica algunos impactos del cambio climático en América Latina entre los cuales menciona:
º Aumento del número de inundaciones y sequías con consecuencias en la producción de alimentos, provisión de agua y viabilidad de los ecosistemas y servicios ambientales.
º Retroceso de los glaciares. (Sin precedentes en los últimos mil años)
º Aumento de la intensidad y frecuencia de las tormentas tropicales y huracanes.
º Desarrollo de enfermedades como la malaria y el Mal de Chagas en regiones donde antes no existían.
º Fenómenos de El Niño más severos y más frecuentes.
º Extinción y desplazamiento de plantas y animales.
Con estos indeseables eventos se deberá convivir y para los cuales se deberá desarrollar estrategias de adaptación.
El retroceso de los glaciares, por ejemplo, estará asociado con un comportamiento errático de las precipitaciones y temperaturas, posiblemente con inundaciones y sequías y en las áreas costeras con intrusión salina. Estos fenómenos deberán ser considerados en la gestión del recurso agua, en la administración de los reservorios de agua y en la planificación de las ciudades, así como en la agricultura, el desarrollo forestal y de la agricultura, la industria pesquera y el turismo.
En la mayoría de los países desarrollados hasta hace poco los impactos del cambio climático no se tomaban muy en serio. Pero han comenzado a entender que también los ricos serán impactados por el cambio climático. Incluso en los países más ricos la gente que sufrirá será la más pobre y vulnerable.
Los pobres y vulnerables, donde quiera que estén, incluso en las naciones más ricas, son los que va a sufrir más. Pero particularmente en los países más pobres, en el mundo menos desarrollado.
Lo que podría pasar en Chile inserto en este cuadro latinoamericano, se tratará con cierta extensión en el punto VII de este ensayo.
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