Iluminar un hogar fue su despertar y el anhelo de entonar una canción de paz… su final. Y cayó la última hoja del último árbol de un largo meditar cuando todos lo vimos suspirar. Mis dedos acariciaron su blanco lienzo entre las sienes, y mis ojos no dejaban de mirar cómo nos entregaba su sonrisa una vez más. Me gustaría dejar una huella similar en el mundo que me rodea; me gustaría poder exhalar total serenidad cuando decida marchar: me gustaría abrigar semejante amor cuando la tristeza me penetre.
Texto agregado el 20-02-2011, y leído por 128
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