ALMAS

Un día otoñal encontré
mi alma gemela, estaba
en una esquina, brillante,
llena de alegría y de paz.

Le sonreí y me acerque
despacio, cautelosa, rara
vez se encuentra el alma
gemela que viene al encuentro.

Hablamos con el lenguaje
del silencio, donde solo
las miradas lo dicen todo,
mi corazón latio a prisa.

La esperaba hace mucho,
buscaba en todos los rincones
del mundo, en la vida diaria,
en la naturaleza, en mi interior.

Nos encontramos aquella tarde
y decidimos tomar nuestras manos
y recorrer el sendero que la vida
nos esstaba entregando.

Vivimos cada minuto con
toda la pasión del ser, con
la alegría de compartir la vida,
las noches, los días, el tiempo.

Un día estival es alma se
encandilo con otra alma
que cruzo nuestro cielo,
y se dejo llevar por aquella.

La perdía en un día de sol,
de luz, de calor, y de dolor,
se iban a otro mundo,
donde la locura era el final.

Llore lagraimas amargas,
bebi, el hielo de su adios,
senti la soledad de mi
propia alma y corazón.

Le llame y se alejaba,
ya no había amor sincero
solo un profundo olvido,
y un hastio que cubria
el universo.

Frente al mar le deje
partir, hacia otros lares,
para que vlara en libertad.

Y yo me quede sentada
en una playa solitaria,
tan solo con la compañia
de la inmesidad azul, agitada,
tomentosa, furiosa que azotaba
las rocas, y se llevaba mi alma.