Existen personas que no poséen la necesidad compulsiva de vivr en el orden y ser meticulosas.
Son diferentes las maneras de encarar la existencia.
Pero nunca jamás conocí a una mujer como a la que llamaré M.
Es el summum del desorden.
Si hasta cuando te introduces en su departamento
sabes que un sillón tiene que ser como tal pues
delante hay una cosa que puedes llamarle mesita.
Siempre hay sobre él ropa, bandeja de comida ( con restos de ella) y otras cosas , tantas como pudieras imaginarte.
- M, déjame ayudarte a vivir mejor-
Y ella respondió:
-¿ Quieres tener sexo mas a menudo?
Pues me encanta -
Claro, su paradigma de la organización viaja por esos carriles.
Demás está decir que mi cerebro no reparó mas en el orden.
Texto agregado el 19-02-2011, y leído por 211
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Lectores Opinan
19-02-2011
A veces somos ordenados para dar a los otros esa impresión, tan solo. Salú. leobrizuela