Sangran las palabras de mis manos,
caen gota a gota, pecado a pecado
en la sala de espera del purgatorio
donde me he desterrado,
No puedo morir pagando este castigo.
Voy buscando el grito para enfrentarme,
para sacar toda la garra de mi alma
y arañar con fuerza el lienzo que se me presenta
para encontrar el resultado de tanta lucha.
Me lo he buscado yo solo.
Tenía toda la luz que necesitaba para no tropezar en el camino
y elegí el camino de rosas, bellas, tan rojas como mi pálpito
y me atraparon sus espinas.
De cada espina Sangran gota a gota,
pecado a pecado
las palabras de mis manos.
Mil suspiros.
Mil vidas encerradas en jaulas de cristal
salieron expulsadas en mi aliento falto de valentía.
Grito. Aaahhh!!!
Y afilo mis uñas para el combate final contra el miedo.
Texto agregado el 18-02-2011, y leído por 110
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