Nací en 1989, cinco años tarde, en una aldea que desconozco,
6 años después mi padre se fue, a los 2 gritos fui adoptado por un sádicos,
en estos 21 años he aprendido a sobrevivir los giros solares y no los celebro, al contrario, los temo,
toda la vida he sido pobre de espíritu, no creo en dios, creo en la noche y me desprecio tres veces cada instante,
mis brazos son ramas delgadas, mi espalda esta manchada como una jerga, lo único que reconozco en el mundo es follaje
y desde los 15 no me encuentro.

Silvana, te alargas sobre mí como un violín sereno,
me baña tu sombra, Silvana, presiento que aprendo algo, olvido amaneciendo
olvido todo, solo retengo la vulgaridad de pensarte,
Silvana, te llamo como un asno,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado como pulso de la Gran Cloaca. Y presiento que debe haber algo detrás, o dentro, o a un lado, parecido a mí que no te conoce Silvana, ni te imagina.