Este poema no es una confesión ni una catarsis, porque me lo dictó un pobre diablillo moribundo que bailaba sobre mi hombro y es tiempo de sobra.

Este poema tiene una sentencia: Crucificar de cabeza a mi padrastro con los clavos semiespirituales de la frustración y la demencia.
Escribo este poema y me doy cuenta de que todo el universo y todos los universos están juntos
que mi corazón late en diferentes dimenciones y por eso está todo el tiempo cansado.
Este poema es un bostezo telúrico y habla de mi adolesencia partida en 2 gajos de fruta china
tratando de recoger mi niñez partida en 4.

Este poema es un testimonio de mi perfecta y desolada estupidez: un jaque a mi mismo con rostro de acetato manchado en la frontera de mi cacicazgo fauno
en la región más empobrecida de mi yo.
Acaricio a mis perros que tienen una región más empobrecida que yo y un aullido de diapasón fauno
ungido en las llamas vehementes de la embriaguez,
mi negra plenitud se cuaja,
toma la forma de coronas de mar que planto en las arcadas.

Este poema sabe cómo te llamas, donde vives, a qué te dedicas, a qué hora entras y sales y te va esperar el tiempo que sea para secuestrarte.
"Gloria", si fuere, un armenio fatal y esclavo,
una bandada de presagios en mi embanderada hipérbole
porque no puedo creer, ni pensar, ni escuchar, ni caminar, ni nada
porque este poema continua escribiendose en los rincones de tlatelolco
bajo cada monton de basura y en cada nido de ratas,
en cada jaula pintada de rojo
en las letras de cada banda de punk emo
y la eterna voz de cada cantante de rock urbano.

Escucho música de cámara para ahogarme como un pez en la humildad de Beethoven,
en su interminable transparencia y en tímidas llamas infernales
donde desquebraja, cuece y se alimenta de la soberbia del Ser.

Me adelanto en el espacio vacío y retrocedo en el tiempo,
vuelvo a clase de geografía donde no me enseñaron a tocar muchachas,
vuelvo y giro bajo el infinito esteril,
me cobijo dentro de mi maestra de geografía, la beso por dentro y
le digo este poema que es un mapa falso acabado en una equis colosal hecha de teofanías, epifanías, estefanías, y magdalenas.

Este poema quisiera ser un germen de apocatástasis procatarsis o apocalipsis.
Pero la verdad es que es una ramita de apio en pedacitos decorando una sopa de orines,
porque la única pretensión de este poema
es hacer público que sueño con el miembro de mi amor platónico que tiene un color malparto y es alacranes de pura nostalgia.

No soy nada ni quiero nada. Si acaso una pertinente paja matutina.
Este poema no tiene vocablos, ni relieves, ni aspiraciones, ni metas, ni triunfos, ni fracasos,
es la baba de un bebe con sindrome de Down barnizando los lugares comunes de este poema que quiere ser metropolitano como una onda de radio repitiéndo en el espacio un mensaje completamente superficial y pandillero.