Cansino juego el del recuerdo
Algún reborde
Algún soneto

Las calles se llenan de gente
Queriendo manifestarse en su encierro.
Opcional, como la bodega de un departamento nuevo.

He dejado de ponerme en versos
Transpirosos, otras luces me han llamado
Polilla débil y absurda
Corrovuelo a la luz y me quemo
Sin prisa alguna por volver
Es más fácil ignorar lo aprendido
Avanzar sin piedad
Me estoy preguntando
Cómo regreso
Cómo vuelvo los pasos para rememorar
La práctica permanente del ejercicio
Sin dejar de sostener el vaho, al filo de la vida.

De pronto, me encuentro en la azotea de mi cabeza,
Pregonando alguna barbarie de proporciones descabelladas
Aflorando un deseo incesante por escribir
Derrapar las líneas
Enjambre de abcde
Quiero estirar los brazos y arrojar vocales y consonantes
Que resuenen y fuertes
Me regresen a la cuna que abandoné
Por mis propias manos que gatearon fuera de mi elemento
Uno y otro y otro y otro
Y otro paso en falso por enésima vez
Me pisa la vida en este tango de mala calaña que bailo desde hace años
Al menos dos.

Rebuzna en los oídos una magia deslavada
Mis brazos tienen lloran de pena profunda
Por mis manos descargadas…

Muere mi inspiración o la maté hace un tiempo
Y reverdecerla costará lo que costó perderla
Cuando no te importa un carajo la revuelta de no tener una pizca de certeza
Respecto a la propia esencia que fluye cuando la fuerzan

Saquéme un perfil sombrío y pusíme mi ropa flor
Fortaleza se quiebra
que no hay supurando un cuenco desde donde llenarse
O para dónde perderse
Como bandera que sobre su mástil flaquea

A veces me miro al espejo
Y recuerdo cuando quise ser poeta de letras tristes
Tal vez un cliché más valiente que la desidia del romántico

Duélenme las costillas y las uñas
Aflojan mis carnes un olor podrido
Cuando quisiera sentir algo y no siento nada

Lloro porque no puedo insuflar el oxígeno a mis yemas

Sopla el viento allá afuera… lo de aquí dentro está muerto.

Escríbeme un cuento libre para rimar de nuevo
Con las esquirlas de polvo que se entierran en mis ojos y oídos
Cuéntame de tus viajes a la locura de vida
Quiero que mis locuras hagan su afloramiento
Y sin un presentimiento fortuito ni el infortunio del fuego
Aquí volver a esmerarme en la confección de unas líneas
Como de brisa, como de agua, como de hielo.

Agarro prisa para perderme en el vuelo…
De mis escombros al aire.

Hago honor a mi oficio de yeta,
Cuando no hay nada, no hay luces, no hay risas…
Se escucha beber un trago a lo lejos
Un grito eterno
Y quiero brindar por los hechos
Que nada han consumado ni consumido
Más que indicarme que de facto he huido
-de manera sistemática y r í t m i c a-