El maldito reflejo:
Victoria vivía sola en una casa que quedaba a mitad del campo, su vecino mas próximo era a diez kilómetros por lo que generalmente estaba sola y no acostumbraba a las compañías, nunca hacia nada para divertirse, simplemente se sentaba siempre en su vieja mecedora a mirar una televisión blanco y negro o mirar la lluvia caer durante las noches de tormenta.
Hacia dos años que Victoria había pasado el medio siglo de vida, nunca había contraído matrimonio, ni tenido hijos, solo tenia una amiga llamada Ximena que desde hacia unos meses había tenido un problema del cual Victoria desconocía y casi había perdido comunicación, su gato Rich era su única mascota y amigo fiel, un gato negro con pequeñas manchas blancas.
normalmente Victoria hablaba con Rich como así este fuera una persona, a veces si la mirabas desde afuera pareciera que esos tenían una conversación profunda ya que esta respondía al gato como si este le hubiera dado su opinión.
Tal vez no vayas a creer esta historia, yo mismo la escribo y no se si creerla pero aquí va.
Mientras Victoria alimentaba a Rich con restos de comida del día anterior y la puerta sonó bruscamente, primer golpe, segundo golpe, tercer golpe.
La curiosidad invadía a Victoria, nunca tenía visitas y menos a esa hora, pensó mientras echaba una mirada de reojo al reloj, recién eran las nueve de la mañana.
Salio aun con su camisón rosado y las pantuflas celestes y abrió la puerta temblando de frío, ya que era pleno invierno.
Al abrir la puerta no había nadie allí, Victoria giro la cabeza en todas direcciones buscando una persona que estuviera alejándose pero parecía todo abandonado y silencio salvo por el silbido el viento que chocaba contra los árboles, fue cuando bajo la vista y vio una pequeña caja de cartón que estaba cerrada con cinta aisladora.
Victoria atrajo la caja hacia adentro y cerró la puerta tras ella que se cerró bruscamente tras ser empujada por el fuerte viento.
Victoria coloco la caja en la mesa y la abrió con curiosidad cortando la cinta con una tijera de mango verte.
Al abrirla vio una bolsa de nailon que cubría un objeto, retiro cuidadosamente la bolsa sin saber que iba a haber abajo y fue cuando retiro el objeto de la caja lentamente, un espejo, un espejo antiguo de forma circular con un marco de color dorado, era un espejo muy valioso y un objeto que seguramente valdría mucho si se lo llevara a un coleccionista o a una tienda de antigüedades, pero NO se dijo Victoria, no sabia quien le había regalado ese objeto de tal valor pero ahora era suyo y lo cuidaría como si fuera un tesoro, lo levanto y se miro reflejada en el, por un segundo sintió un escalofrío pero la horrible sensación se le fue rápidamente, enseguida comenzó a buscar un lugar donde colgar el espejo y que luciera bien.
Tras varios minutos de buscar decidió colocarlo en el rincón del comedor frente a la mesa circular de madera, justo sobre la televisión.
El día continúo con normalidad, Victoria intento llamar varias veces a Ximena para ver si ella había llevado el espejo como regalo pero esta no contesto el teléfono como de costumbre, desde su misteriosa enfermedad Victoria no sabía nada de ella.
La tormenta empeoraba a medida que pasaban las horas y fue así como Victoria se levanto cerca de las tres de la mañana cuando sintió como el viento golpeaba contra la ventana.
El sudor bañaba su rostro, había tenido una pesadilla, no la recordaba con exactitud pero tenía los ojos llenos de lágrimas por lo que se levanto y se dirigió al comedor prendiendo la luz principal, continua el trayecto hacia el baño pasando frente al espejo cuando volvió a sentir otro escalofrío.
Le había parecido que había sido otra persona la que se había reflejado en el, volvió hacia atrás con el corazón latiendo con fuerza a verse reflejada en el espejo pero solo era su reflejo normal, un rostro cansado que desea volver a dormir.
Así empezó.
Esa fue la primera noche de muchas, las pesadillas siempre estaban presentes y cada vez se sentían con mas intensidad, la tormenta parecía no tener fin, hacia ya dos semanas que Victoria había recibido el espejo y desde entonces el viento azotaba con fuerza contra la casa y debes en cuando se sentía la lluvia caer con fuerza contra el suelo y algunas veces incluso llego a granizar.
Victoria ya no soportaba el sueño constante debido a las pesadillas sin final por lo que decidió tomarse unas pastillas y así podes conciliar el sueño tranquila, agarro un frasco y tomo tres pastillas, pronta para dormir varias horas.
Todo fue inútil, las pastillas no surtieron efecto.
Victoria fue al baño cuando volvió a parecerle ver su reflejo en el espejo, pero no el suyo si no una cara oscura y llena de odio.
Fue cuando Victoria saco cálculos y se dio cuenta de un detalle que había omitido hasta el momento, las pesadillas habían comenzado el mismo día que la caja de cartón había aparecido en su puerta.
Primero intento creer que eso era imposible, que eran simples casualidad pero luego se dio cuenta que no, la razón de sus malas noches era el espejo.
Desesperada la anciana mujer lo saco de su lugar, abrió la ventana y lo arrojo por ella cayendo este varios metros de distancia de la casa.
Victoria sonrío y se fue a dormir, lo necesitaba.
Eran las cinco de la tarde cuando volvió a despertarse con un grito desesperado, la pesadilla había sido más real esta vez.
Victoria fue al comedor encendiendo la luz rápidamente y entonces vio algo que la atemorizo, un temor que nunca había sentido y difícilmente puede sentir una persona, el antiguo espejo de marco dorado estaba a colocado justo encima de la televisión blanco y negro y frente a la mesa circular.
Victoria pego un grito desesperado y volvió a sacarlo del lugar, con fuerza lo arrojo al suelo haciendo que el fino cristal estallara en varios pedazos.
Pensando que se estaba volviendo loca Victoria corrió a su habitación, agarro el frasco de pastillas y tomo cinco.
Arrojándose en la cama y perdiendo el conocimiento, volvió a despertar con un grito, esta vez recordaba la pesadilla, ella estaba atada de manos y piernas y alguien le quemaba con un fierro ardiendo.
Pero el dolor había sido tan… realista que hizo que Victoria se fijara si estaba herido en algunas de las zonas que en la pesadilla le había herido.
Entonces comprobó que naturalmente.
Tenia marcas en sus muñecas y una marca de haber sido quemada con un hierro hirviendo en su estomago.
Fue entonces cuando Victoria se dio cuenta del espeluznante detalle, mientras mas intentaba deshacerse del maldito espejo mas realista y dolorosos se hacían sus pesadillas.
Ya sabia lo que se iba a encontrar cuando acudió al comedor, efectivamente el espejo estaba colgado en el mismo lugar de siempre.
Victoria gritando de impotencia se dijo a si misma
- calma Victoria tiene que haber una forma de deshacerse de el, alguien lo hizo enviándotelo a vos pero ¿Cómo se deshacía la maldición? -
Victoria agarro una taza de la mesa y la arrojo contra el espejo, fue cuando el cristal volvió a partirse pero esta vez ocurrió algo distinto, el marco dejo al descubierto unas palabras talladas en la madera pintada de oro y un sobre un papel que estaba pegado con cinta sobre el.
Parecía una carta.
Victoria despego el papel y leyó las inscripciones en vos alta aunque su único receptor era el gato.
TODO AQUEL QUE POSEA ESTE ESPEJO ESTARA SENTENCIADO A LA LOCURA, LA UNICA FORMA DE SALVARSE DE ESA SENTENCIA E TRANSMITIRLA A ALGUIEN MAS, SI NO SE REALIZA EL ESPEJO MALDITO TE LLEVARA A LA TUMBA CON LA LOCURA COMO VERDUGO.
Fue entonces cuando comprendió lo que había ocurrido, el motivo de que la caja cerrada estuviera sola sin ninguna persona a su lado, alguien la había entregado a ella para salvarse a si mismo.
Entonces Victoria con la mano temblando agarro el papel y enseguida reconoció la letra, como la letra de su mujer amiga, esa carta la había escrito Ximena la persona que le había dejado el espejo y se había ido antes que ella la viera.
La carta decía así:
Tengo una familia, un hijo que mantener, desde que recibí este espejo mi vida se ha ido aniquilando poco a poco, mi hijo Ronald me teme porque dice que estoy enloqueciendo, mi marido Diego también me teme dice que necesito ayuda, intente desaparecer el espejo, mi marido se lo ha llevado de mi casa varias veces y siempre vuelve, el cree que soy yo que lo traigo de regreso pero no, es el, esta maldito y necesito sacarme esta maldición por el bien de mi familia. Querida amiga lo lamento se que reconocerás la letra y sabes que soy yo, no puedo perder todo lo que tengo, pero entonces pensé la única forma de que esta maldición termine es que una persona reciba el espejo y lo contenga hasta la muerta sin pasárselos a la siguiente persona, por eso te elegí, estas sola, no tienes marido, hijo, casi ni amigos, simplemente yo me mantuve a tu lado todos estos años por eso creo que sos la persona ideal para terminar con esto, espero que no me odies, yo te quiero y siempre te recordare, tu querida amiga Ximena.
La carta estuvo durante varios minutos en la mano de Victoria quien temblaba mientras la sostenía y las lágrimas le salían por los ojos.
Ahora entendía la locura de Ximena y ella se lo había transmitido a ella.
Victoria pensó en caminar a la siguiente casa y dejar el espejo a otra persona pero entones se dio cuenta de lo que decía la carta de Ximena era la cruda realidad.
Así fue como Victoria acepto su misión, esa noche tuvo otra horrible pesadilla, y luego al día siguiente volvió a romper el espejo, y al día siguiente, cada vez las pesadillas la lastimaban mas pero ella sabia que hacia lo correcto, que lo hacia por una buena causa, cuando ya casi no aguantaba el sufrimiento supo que ya no resistiría otra noche, rompió el espejo y tomo varias pastillas para dormir para esperar su muerte, orgullosa de acabar con esa maldición.
Entonces sonriendo cerro los ojos, ya sabiendo que nunca más los abriría de vuelta.
Tal como lo predijo Victoria tras otra pesadilla no volvió a despertar, su último pensamiento fue, por fin esto acabara para mí y para todos.
Pero había algo que ella no supo en ese momento y ya no tendría chance de saberlo jamás, apenas la vida de Victoria llego a su final el espejo abandono su casa desvaneciendo y luego apareció en la entrada de otra casa totalmente alejada de la de la anciana Victoria y a los cinco minutos de aparecer un hombre obeso de bigote lo recogía confundido del suelo y lo llevaba hacia su hogar.
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