T u boca está seca
y clamas por el rocío que la humecte.
Cunde el desaliento
en todas tus hojas de vida.
Clamas por el duende del vino.
No lo llames, él irá sólo
conoce de bocas resecas
de espíritus tétricos
y sabe como hacer
para que todo cambie.
No lo llames, no
él está atento
como niño que todo aprende.
Revive duendes alicaídos
con el sólo suspiro.
No lo llames, déjalo hacer.
Texto agregado el 10-02-2011, y leído por 210
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Lectores Opinan
11-02-2011
sabe de caminos, de atajos y de resquicios...muy bueno.. Noc