Sabanas ardientes te esperan enredadas en un cuerpo que rezuma deseo a borbotones. La música de violines te atraerán hacia mi, con la delicadeza de sus notas harás que mi cuerpo vibre como sus cuerdas. Naufraga en mi piel como el violinista lo hace con su violín.
Texto agregado el 10-02-2011, y leído por 327 visitantes. (27 votos)