... se demora el lápiz en volver(me) a la vida...
“Violeta,
Tu canto para no olvidar,
Que el sol existe…”
Determinaciones
Flores, colores,
Tejidos de luces cotidianas,
De pintura henchida
Y cintura de lana…
Límpida y mordaz,
Siempre en la entraña de la noche,
De días negros,
De soles,
De derroches amarretes
Y de párpados fugaces.
De corazón liviano y pesado
Desgarbada y elegante,
Trataste, trataron,
Y fuiste expandida en tu vigilia.
Flor de Violeta madura,
Tan ausente, tan presente,
Obnubilante.
Resucitaste a Cristo en su elemento
De religioso a profeta popular
Para volver las cosas a su punto
Sin acabar, sin violentar, sin respirar.
Las estrellas derraman tu nombre
Te echan de menos los perros que ladran a lo lejos
Y los pájaros, los viejos y los cortejos…
Valen la vida tus palabreos sonoros
Y tus manos urdidoras de recuerdos y deseos
Cuando se separen las aguas, Violeta abrazo
Cuando se llueva la casa, Violeta poliuretano
Cuando se meza la rabia, Violeta conciliadora
Cuando se crucen contigo, Violeta deslenguada
Sin más que un par de exclamaciones
Invoco tu espíritu leve y desorbitado
En la ignominia del anochecer triste
Sin el amago de tu sonrisa naciente
Se roban las risas del viento
Los anhelos de tu guitarra suelta
En la revuelta sombría que me empaña
Aprendiendo a dejar de ser sólo un pistilo cerrado
Por querer petalearme de nueva vez
Respira/espira/fluye/huye
Tu relámpago en la mirada
Fuerte y de pronto
Te anhelo tan de repente
Viola de mar y sal y tierra
Súbita desde la entraña morena
Has rechinado tus dientes
Sobre las chispas fugaces de la ruta
Asustando a los jejenes y las ratas
Que cantaban a lo lejos
Tonadas, cuecas, polcas y parabienes
En honor a la reina de la chuchoca
A la maestra de la felicidad presunta y asumida
Dando gracias al encuentro
Entre intentonas y aciertos
Bésote desde el puente
Llámote con las amígdalas
Cumplo con reservarte este saludo
De insomnio largo y tornadizo
Que en un resbalo te aclamo
Verde Violera Visionaria
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