El día esta hermoso, perfecto… tal parece que adivina o sabe lo que hoy acontecerá.

EL:
Su corazón late con fuerza y me recuerda a los latidos agitados de un potro al galope, solo que él esta de pie frente a la puerta.
Su actitud es de espera, solo sus ojos denotan los sentimientos que lo embarga, camina a pasos cortos por los ambientes de la casa y el jardín, pese a eso, su semblante se ve tranquilo y sin ningún tipo de angustia. Sonríe a los que se cruzan con él.
El sol hace sentir su calor conforme avanza la mañana ya pronto será medio día.
Trata de mantenerse fresco disfrutando de las niñas que ríen y corren alrededor suyo. Sigue tranquilo y saludando a aquellos que van llegando, por momentos sus paseos lo llevan hacia esa puerta, en la que sabe esta ella. Y entonces me mira y sonríe, se que es feliz.

ELLA:
Esta sentada en la cama aun con los cabellos sueltos, risueña y tranquila, sonríe y toda ella se ilumina, pienso que esta radiante, me abraza y me doy cuenta que esa felicidad también es mía.
La ayudo a arreglarse y terminar de vestirse… sigue estando muy relajada y tranquila… acoge a quienes entran a saludarla y los recibe con esa sonrisa hermosa que llena de frescura su rostro.

Hace calor, mas aire… pide ella, y tratamos de complacerla a pesar de lo escaso de nuestros recursos.

Falta alguien, vayan a recogerla, reclama… va empezando a alterarse… la calmamos… y lo logramos al fin… esta radiante, vuelve a sonreír.

ELLOS:
Estamos todos, al parecer nadie falta, escuchamos la melodía suave que empieza y los vemos venir, radiantes, hermosos, felices.
La emoción es grande el momento llego, escuchamos sus promesas y todos sabemos que es real, describirlos es casi imposible, solo dos palabras lo resume todo… son felices.

En él sus ojos denotan toda la alegría contenida, en ella la felicidad desborda... ya son MARIDO Y MUJER.

Sres. y Sras.
Con ustedes el Señor y la Señora Berrocal ¡¡¡¡¡


Para mis queridos amigos Isabel y Aldo - 15.01.11