En comarca arriscada por ausencia siente irse su mirada de paisajes, tienden luces doradas sus linajes, en hilacha de mar va su presencia. ¿Le pueden salir alas a la tierra. en rocas amapolas de dulzura? Es el ruin infinito de amargura en tan fresca pintura que se aferra. En un escondite él se templa en llanto del verde no le queda ni esperanzas del gorjear ni música percibe. Es su gran amor único y con canto rumbeando visión a sus andanzas. Esa amena caricia que recibe. (Por aquí mi primer soneto ...)
Texto agregado el 05-02-2011, y leído por 397 visitantes. (12 votos)