Apenas cerré mis ojos pude ver que venías,
Te acercabas tanto que casi no divisaba lo demás,
manteniéndote a esa distancia tanto tiempo como para pensar que ese era tu lugar… y el mío.

No escuché palabra alguna más que la tuya,
Mientras un esbozo de sonrisa llegaba a divulgarme que algo cambiaba dentro de mi.
Y fue así como decidí avanzar,
Fue así como aprendí a no voltear.

Pero comenzé a verte un poco mas de lejos y tuve miedo a que perdieras mi pista,
Esa que con tanto esmero había forjado para
no hacer de esto una especie de migajas que con el tiempo se vuelvan un tanto amargas.

Hay ocasiones en las que me agoto en el intento,
Pero es eso que vive tan dentro de mi lo que me hace volver ,
Y es eso que siento cuando te beso lo que me hace creer a ciegas en cada caricia,
Y lo que en pocas palabras me hace feliz.