Delgada azucena jovial y fragil
te mece el viento con sus murmullos
cuando caminas, reyna pareces
de los lugares por donde apareces.
Delgada es tu cintura, estética perfecta
marmol toscano es tu cuerpo con vida,
tus ojos caramelos de ámbar, y tus labios
carnada purpurina para el pescador hambriento.
Tus manos de porcelana asiática, cual cristal
depurado con blanco titanio, tu cabello
selva ordenada de hilos dorados con tenues
rayados castaños danzan al ritmo de tus pasos.
Texto agregado el 31-01-2011, y leído por 206
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