Un Hombre y una Mujer.
Era el medio día en la costa de este país
Conocí a una mujer, sin peluca, sin y sin cartera-
Roja de plástico,
Vivía en la última calle del cerro,
No usaba el funicular,
Por que le daba hastió el ruido de los cables,
Y la presencia de la altura.
Tenía unos ojos livianos, calidos y misteriosos
Tenía los pies sin pintarse,
Caminaba con un ritmo pausado
Como si la vida fuese una especie de cuento
Por capítulos,
Miraba con una levísima ironía, mostraba el labio superior como hablando
Cualquier cosa,
Como mordiendo una mueca;
Sus manos no llevaban anillos.
Contenía casi toda forma de palabra
Que se pareciera a preguntas,
No tenía huellas de algún pasado;
Y espontáneamente como “de memoria” me quiso explicar-
Que las recordaciones de un pasado no sirven,
Que el abismo es una parte del cielo,
Y que la única arte y belleza valida,
Era el cinturón que sujetaba mis pantalones.
Y continuo diciendo…..
Como algo de pubis, y tu palabra, mientras me miraba
La camisa,
Entonces pensé yo, que esta interacción entre palabra y pubis
Era de hecho una manera de comunicar en poesía;
Me invito a su habitación, que estaba en el último peldaño de una calle
Sin más muro que el mar;
Mientras el mar se movía con su ritmo habitual.
Pase me digo con total naturalidad, ha su modesta habitación,
El la pared de madera tenia una replica de Chagall,
Una mesita color amarilla,
Un pequeño espejo,
Y un cajón hacia de armario:
¿Quiere un te? Me pregunto con una modestia transparente,
Le respondí que si, mientras miraba la ventana,
De su belleza natural, su imaginaria manera de interactuar, con el mundo….
Juan_Poeta
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