Vuelven a mí aquellos tiempos de poeta donde solía sentarme en mi ventana, mirar el cielo y empezar a exteriorizar cada pensamiento, cada sentimiento cada latir de mi pecho sin contemplar una pausa al soñar y sentirme libre como el viento.

Pero aun hay algo en mi rostro que no me convence, eres tu quien me engaña, y en la penumbra de tu alma una mentira te carcome y te roba la calma.

Como probar que tus actos me llevan a un universo de dolor, a un mundo sin sabor, como probar que eres un farsante, y aun así no quiero dejar de amarte.

O claridad ven a mi vida y muéstramela verdad, donde estas seguridad? Dime a donde van mis pasos tibios, confusos como el ocaso.