…Y vivieron felices para siempre…
…Hasta que pasaron los primeros dos meses de casados.
Ella comenzó a darse cuenta del mal carácter que el tenía cuando volvía de un día agotador en la oficina. El se enojaba aún mas cuando en las noches ella le decía; ‘‘hoy no, me duele la cabeza’’.
Así que poco a poco ya no importaba cuanto les había costado estar juntos al fin.
Que, ‘‘¿Tienes que dejar la tapa del inodoro levantada?’’. O, ‘‘¿Por qué le echas esto al arroz?’’. ‘’Tus amigos son unos cerdos, se echan gases y ensucian como si estuvieran en su casa’’. ‘’ ¿Por qué tus amigas llegan sin avisar?, ya no puedo andar en calzoncillos en mi propia casa. ’’
Pero todo debía solucionarse cuando a los meses ella llegó con una sorpresa.
Al principio discutieron sobre los gastos que el bebe traería, pero luego decidieron que sería una bendición. ‘’Bueno, el bebe nos unirá más’’.
Nueve meses de… ’’ ¡Ay!, esto me entraba a los veinte años’’. ‘’ ¿Por qué lloras?, ¡no te he dicho nada malo!, ‘’ ¡Uy!, estoy obesa…’’
Hasta que nace la criatura… que sin tener la más mínima idea, ya le asignan la responsabilidad de unir a sus padres.
‘’Te toca a ti hacerlo dormir’’. ‘’Por favor, tu nunca le has cambiado el pañal. ’’
‘’Salió tan llorón como tu’’. ‘’Tu mamá llama hinchando todo el día’’.
Entonces el bebe parece no hacer bien su trabajo, y la bendición se vuelve una carga. Así que el prefiere quedarse hasta tarde en el trabajo, y luego… ‘'¿Alo?, amor, llegaré tarde a casa, porque… emm, tengo una reunión con los demás… si, una ‘’reunión de la empresa’’.
Ella tampoco puede quedarse todo el día encerrada, así que…’’mamá, ¿puedes cuidar al niño hoy día?’’.
El niño crece junto a sus viejos abuelos… el junto a sus compañeros y su nueva secretaria, y ella junto a sus viejas amigas… y el esposo de una de ellas.
Y así vivieron felices para siempre… hasta que se descubrieron y tuvieron que esperar la carta de divorcio, hacer colas en las notarías, un par de juicios, la custodia del niño, y luego darse cuenta de lo arruinada de su vida. |