Nacerán las máquinas
de eléctricos latidos,
descifrarán las fórmulas
matemáticas del derribo.
Y arderás ¡como arderás!
con todos tus inventos
que ahora sólo son mentiras,
máscaras sin vida
en cuerpos de cemento.
¡Mírame! Si es que aún puedes.
¡Háblame! Si es que la voz te llega.
¡Jódeme! Si es que tu sangre corre.
Coge mi mano y atraviésala.
Luego suéltame, abandona y muere.
Hoy, el universo quiere ser libre.
Texto agregado el 26-01-2011, y leído por 108
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