Me encuentro andando por una larga avenida... O eso creo.
No paro de andar, pero siempre veo los mismos edificios, las mismas farolas, los mismos buzones, los mismos bancos, las mismas tiendas cerradas... Esto debe de ser un sueño.
Sigo andando; sigo viendo las mismas cosas... ¡Espera! Ahí, al fondo, veo una distorsión de la escena. No es un edificio... Tampoco un buzón... Ni una farola, ni una tienda... Es algo que hace tiempo que no veo: Una persona. "Me acercaré", pienso, "y le saludaré."
Mientras doy los primeros pasos hacia el desconocido, me voy percatando que lo único que veía era una sombra con forma humanoide... "¿Qué es?", me pregunto. Me sigo acercando... Y de repente oigo una voz demasiado familiar "¡Ya era hora! Me sentía muy sólo" dice la sombra. Me fijo más en ella... "Mierda, debí haber traido las gafas" pienso enfadado.
"¿No me reconoces?" dice la sombra, mientras toma una forma un tanto infantil, de alrededor ocho años. "¿Debería?" le contesto. "Posiblemente no... Eras demasiado pequeño como para acordarte de mí ahora" vuelve a decir, ahora con acento un poco aragonés; esto no me está gustando.
"¿Tienes la bondad de decirme quién o qué eres?" le pido ansioso. "Me resulta un tanto difícil decírtelo", me dice mientras se tapa la cara con sus pequeñas manos mientras empieza a coger color en ellas y en el resto de su cuerpo, "pero sin duda te llevarás una sorpresa muy grande y difícil de asimilar cuando me veas la cara".
"¡DESTAPATE!", grito mientras le quito las manos de su cara... "¡No puede ser!" murmuró al verle la cara, "¡ES IMPOSIBLE!"
"Nada es imposible", me responde el niño que está donde se encontraba la sombra antes, "ahora te voy a hacer una pregunta... ¿Qué demonios has hecho con nuestra vida?"
Pienso dubitativo en la posible respuesta... ¿Cómo voy a decirle a un niño de ocho años qué va a hacer hasta cumplir los dieciséis? ¿¡Cómo voy a decirselo si soy yo mismo!?
"Este sueño no me mola", digo en alto, "me quiero despertar, ir al instituto, al pueblo, salir con los amigos... ¡DIOS, TENGO UNA VIDA!"
"Tranquilo, Miguel... Todavía no puedes salir de aquí... Pero lo harás, estoy seguro." me contesta mi yo infantil.

"Quiero despertar" sigo pensando...