RENACER DEL AVE FÉNIX El Tiempo helaba mis manos con la nieve del silencio mi cuerpo se congelaba haciendo gemir al viento. Detuviéronse mis ansias cuando se detuvo el tiempo quedando petrificada como una esfinge de hielo. Tomaste mis manos frías entre tus manos ardientes transmitiéndoles calor en el silencio elocuente. Al deshacerse aquel hielo con el hechizo del fuego de las cenizas de mi alma resurgió el Ave Fénix. Con las alas desplegadas con el alma trascendente pudiendo llegar al cielo y tener vida por siempre.
Texto agregado el 20-01-2011, y leído por 217 visitantes. (3 votos)