Goya pidió a su maja que posara desnuda frente a la tela. Luego pidió a la maja un rato de amor o sexo o unos cuanto dedos sobre el clítoris mojado de la dama. Y Napoleón huía de Waterloo (los sueños de la razón producen monstruos) y el rey Fernando reponía su despotismo y los liberales calmaban su desilusión con el opio y el ajenjo. Y Goya ciego viejo exiliado soñaba a su maja desnuda bañada en la sangre del rey decapitado.
Texto agregado el 19-01-2011, y leído por 143 visitantes. (5 votos)