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Abrió los ojos. Era de mañana y estaba sentado encima de la cama de su habitación en el hotel. Parado delante de él había un chico joven vestido en terno dándole la espalda. Estaba cerrando un maletín negro con bordes de metal. El chico volteó y dijo "Fue un placer hacer negocios con usted, adiós." El chico se fue por la puerta antes de que le pudiese hacer cualquier pregunta. Estaba bastante confundido, no recordaba nada de lo que acababa de pasar. Se levantó y miró fuera de la puerta. Solo logró ver como se cerraba la puerta del ascensor. Se sentó nuevamente encima de su cama, aún aturdido por lo que acababa de suceder. Sentía como si se hubiese olvidado de algo realmente importante, como si hubiese ido en un viaje a un país nuevo y luego de conocer a muchas personas y experimentar un poco de todo lo hubiese olvidado todo.

Decidió dar una vuelta por el hotel. Era un hotel grande y lujoso, como pocos en Lima. Había una piscina grande llena de hombres de negocio que nadaban silenciosamente. Cada cosa que veía despertaba vagas nociones, imágenes o sentimientos de lo que había vivido durante las últimas semanas, de las cuales no acordaba nada concreto, como si nunca hubiesen sucedido y solo fuesen parte de su imaginación, que había desaparecido casi por completo. Sirvientes y gente extraña lo saludaban y lo llamaban por su nombre, y él solo saludaba de vuelta, completamente confundido. Se fue al bar y justo antes de que lo pudiese pedir, el cantinero le dio un whisky Jack Daniels y le quiñó el ojo amistosamente. Mientras se lo tomaba se puso a ver las noticias en el televisor que colgaba del techo. "Cadáver de chica encontrado en Motel". Hacen un acercamiento a la cara de la chica muerta. Tiene pelo largo y rubio, los ojos cerrados, la piel blanca, el cuerpo cubierto de sangre. Parece más como si estuviese dormida en vez de muerta. Luego sacaron una foto de ella de cuando estaba viva. Salía sonriendo mirando la cámara. No sonreía como si se estuviese divirtiendo, sino más como si estuviese feliz. Tenía ojos verdes que le daban un gran sentimiento de paz. Se quedó viendo el rostro en la pantalla. Sentía como si fuese la cara de alguien a quien estuviera a punto de conocer en vez de alguien que acabase de morir. Con la imagen de la chica en mente terminó su bebida y subió de nuevo a su cuarto. Se echó en la cama y se puso la almohada en la cara. Se quedó dormido pensando en la chica. Cuando despertó seguía pensando en ella. Ya era tarde. El cielo oscurecía y las luces de la ciudad se iban prendiendo de una en una. Prendió la televisión; noticias acerca de la chica muerta, cambió de canal: "Romeo y Julieta". Ya estaba terminando. "... vuestras drogas son rápidas. Así, con un beso... muero." Apagó el televisor y sacó una cerveza del minibar. Se la tomó mientras veía los aviones pasar por el cielo a través de su ventana. Tomó bastantes aspirinas y se quedó dormido.

Cuando volvió a despertar todo seguía oscuro. Miró por la ventana y vio que las calles estaban completamente vacías. No pudo volver a dormir así que bajó al bar. Había otro cantinero. "¿Qué desea tomar, señor?" "Un whisky, por favor." El televisor estaba prendido, no tenía volumen. Seguían reportando el caso de la chica asesinada. "¿Ha visto las noticias, señor? Una desgracia, señor. Pobre chica, dicen que tenía a penas 22. Sí, señor. 22 años. La policía dice que no hay mucha evidencia, pero ya atraparán al desgraciado." El cantinero se quedó mirando al vacío mientras secaba un vaso con una toalla. No respondió. Terminó su trago y luego salió a caminar un rato. No logró dormir. Decidió ponerse su traje de baño y pasó un par de horas nadando. En el camerino se encontró con un hombre bastante mayor. Era un alemán llamado Otto. Otto le contó que era arquitecto y que había estado remodelando el aeropuerto de Lima. Le contó sobre sus dos hijas: que las quería mucho y que la menor se llamaba Violeta que tenía a penas 13 años y le gustaba tomar fotos de sus pies y que la mayor ya había entrado a la universidad a estudiar medicina y se llamaba Andrea. También le contó acerca de un perro que había tenido "Pollux". Que sus hijas se habían encariñado mucho con el perro, tanto que cuando murió la pobre Andrea no había podido dejar de llorar por 2 semanas. Le contó que para hacer que se tranquilizara tuvo que conseguirse una droga nueva. Era una droga que hacía que uno se olvidase de lo que quisiera olvidarse. Así que Andrea pudo olvidarse de su perro Pollux y continuar con sus sueños de volverse doctora. La droga podía hacer que te olvides de lo que sea, pero eso sí, la droga era muy cara y difícil de conseguir. Erosión de memoria. Luego de despedirse de Otto, se fue a dormir. Soñó con una niña llorando sobre su perro muerto.

Se despertó. Nuevo día. Luego de ducharse se quedó mirando los aviones que pasaban y dejaban una huella de humo blanco. Tenía la ropa que el día anterior pero no lo notó. Bajó por el ascensor pensando en qué iba a desayunar. En el ascensor había un hombre leyendo el periódico. En primera plana había una foto de la chica muerta. El título era "¡HALLAN EVIDENCIAS!"Sonrió al imaginarse la captura del asesino y pensó "Así que sí existe el karma." Sentía que era como la primera vez que sonreía desde hace tiempo, o que se alegraba con la esperanza de que capturen a un criminal. Cerró los ojos y se imaginó a la chica sonriendo, celebrando la captura del criminal. Su ilusión fue interrumpida al abrirse la puerta del ascensor. Se bajó el hombre del periódico sin siquiera echarle una mirada. Se halló solo en el ascensor y luego sintió algo raro en el bolsillo trasero de su pantalón. Era un papel doblado, una foto. Primero vio la parte de atrás, en la que estaba escrito con lapicero rojo "Siempre te amaré, Samantha". Luego le dio vuelta a la foto y se sorprendió al reconocer a la chica que salía en ella. Era la chica que había sido asesinada. Abrió los ojos incrédulo. Su corazón palpitaba cada vez más fuerte y rápido. Mientras miraba iba recordando toda las últimas tres semanas. Haberla conocido. Haber salido con ella. Las horas hablando en su cuarto en el hotel, viendo películas antiguas o viendo los aviones pasar, haberse besado en ese mismo ascensor y haber hecho el amor en el ascensor. Haber salido a ver la ciudad... algo malo había sucedido entonces, algo que no podía recordar. Estaba mirando la foto y de pronto se abrieron las puertas del ascensor. Habían varios policías nerviosos y un hombre alto y negro vestido con un saco largo que se acercó a él lo empujó contra la pared del ascensor y lo esposó. "Está arrestado bajo el cargo de homicidio..." Atrás de los policías habían periodistas gritándole a sus micrófonos. "Estamos acá en el Hotel 5 estrellas Olympo donde acaba de ser capturado el asesino de Samantha Dávila, chica de 22 años cuyo cuerpo fue encontrado ayer en el motel Pandora después de haber sido brutalmente asesinada por su novio, quién, como repito está siendo arrestado en estos momentos..." Las esposas le dolían, se lo llevaban los policías mientras los periodistas lo miraban y lo filmaban y le tomaban fotos. La gente del hotel miraba horrorizada. El detective alto y negro lo empujaba violentamente hacia la salida. En el camino hacia afuera apenas logró sujetar la foto que luego se le cayó al ser empujado dentro de una patrulla de la policía. Mientras se alejaban del hotel todas las memorias se complementaron. Ahora lo recordaba todo. Recordaba haber tomado las píldoras equivocadas. Recordaba haber dicho las palabras equivocadas. Recordaba haber tomado la decisión equivocada. Los gritos, los golpes, los cortes, las lágrimas, la conciencia. Miró hacia atrás, hacia el hotel. Vio al chico del terno agarrando su maleta con una mano. Estaba parado en la entrada del hotel. Lo miraba fijamente sin expresión alguna en el rostro. Mientras se alejaban todo se volvía más chico: el hotel, el chico de la maleta, la foto de Samantha ahora tirada en el suelo. Todo se volvía más chico, hasta que al final todo desapareció.

Texto agregado el 11-07-2004, y leído por 1001 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
30-07-2004 Me gusto! pero quede con dudas, tal vez no le estaba prestando la atencion necesaria, pero porq el tomo esa desicion? dia
27-07-2004 Buen cuento, aunque la trama me gustó más que el cuento. Tu escrito podría soportar aún más tardes. psychotron
 
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