Como un gran trozo de esperanza me sentí la primera vez que te vi,
Creerlo, me llevó poco tiempo, no era tu belleza la que me había deslumbrado,
Fue el destello y la pureza de tu sonrisa que a mi alma cautivó.
Con el tiempo te convertiste en mi mejor amiga y en mi gran amor,
Fui tu confidente de amores, era doloroso, más que el callar mi amor por ti.
Guardé este sentimiento para poder de ti estar cerca, y al mismo tiempo separado.
Enfrentando la realidad un buen día de otoño mi corazón no pudo más,
Y una mirada dijo lo que mil palabras no consiguieron decir en tanto tiempo.
Desde entonces, vivo feliz en un sueño del cual quiero no despertar,
Pero no es un sueño, es la hermosa realidad y hoy estás conmigo,
Y doy gracias al cielo de que mi cielo este contigo.
Hoy, existo para ti y por ti, como el enamorado más ofrecido del mundo.
Te miento, porque te digo que “te amo”, porque aun no encuentro una palabra apta para expresar
Lo que en verdad siento por ti, en este corazón basto y profundo.
Eres mi vida, mi sueño, mi realidad, mi mundo y mi cielo…
No te vayas nunca mi vida porque sin ti se derrumbará mi suelo.
Sentirlo, será mucho más fácil que decirlo, y expresarlo será la magia
Que a nuestros cuerpos y corazones unirá.
Quiero advertirte, que te convertirás en la mujer de mi vida, no te dejaré,
Y te seguiré, yo te buscaré, en el infierno, si es necesario.
Ahogaremos el fuego con este amor y el mar arderá,
Porque ni el tiempo vida mía, nos separará.
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